Sentado frente a mí, un hombre se emociona, su voz se entrecorta y de sus ojos salen lágrimas. Se “quiebra”, como lo hizo muchas veces sentado en una tribuna o frente al televisor cuando a su querido Pirata la suerte le era esquiva. El Celeste es su vida. Pero, en este caso, no se conmueve por esos colores, al menos no de manera directa, lo hace por su otra pasión, la de docente.
Frente a mí está el presidente de Belgrano, Jorge Franceschi, el profe de historia que da clases en el colegio Ricardo Palma con la misma energía con la que recorre los pasillos del Gigante de Alberdi todos los días caminando hacia su despacho.
¿Por qué llora este hombre con algo que no está vinculado directamente con el club de sus amores? "En la semana posterior a la muerte de Emanuel Balbo (el hincha de Belgrano que fue asesinado en el Clásico contra Talleres jugado el 15 de abril) estaba muy mal, me sentía conmovido y dolorido, pero decidí ir igual a dar clases a mis alumnos. Cuando llegué al colegio no lo podía creer, le habían pedido permiso a las autoridades y vestían en la formación del patio, todos ellos, con camisetas de Belgrano, Talleres, Instituto y otros cuadros de Córdoba, imposible no emocionarse en ese momento, tampoco ahora", le dice a Día a Día Franceschi, cuando el reportaje había terminado y la charla giraba en tono informal.
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Podríamos arrancar el reportaje sobre Belgrano, a un mes del inicio de su gestión como presidente luego de imponerse en las elecciones de este año a la lista opositora de Santiago Montoya, desde el final (como lo hicimos), el medio o el principio, cada respuesta está teñida por la impronta de un hombre que, como buen profe de historia, confía más “en los procesos que en los nombres”.
“No me gustan los personalismos, no van conmigo, mi intención es que, si hago bien las cosas, mi nombre pase inadvertido para el hincha de Belgrano”, dice Franceschi cuando le preguntamos respecto de cómo le gustaría que lo recordaran los simpatizantes del Pirata.
Franceschi llegó al cargo que hoy ocupa tras una elección que se llevó a cabo el 29 de abril de este año, triunfando con el 81% de los votos de los más de 6.000 socios que tiene la B y que estaban en condiciones de votar ese día.
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Venía trabajando desde el comienzo de su gestión con Armando Pérez pero ahora es su sucesor. Con él se quedaron algunos nombres de esa etapa, pero también se incorporaron otros que buscan darle un perfil más moderno a este Belgrano, dentro de este proceso que comenzó hace 12 años.
“Nuestro plan estratégico es de 2013, muchas cosas han cambiado y hay que darle una vuelta de rosca, por eso hemos sumado a gente nueva, que trae otra impronta, nuevas ideas”, señala. Entre los nombres más destacados, figuran sus dos vicepresidentes, provenientes del mundo de los negocios y el empresariado, Sergio Villella y Ramón de la Rúa.
Renovación y cambio. Lo institucional no puede separarse de lo deportivo, y Franceschi lo sabe.
“La foto de hoy en el aspecto deportivo es mala, pero los socios cuando votaron confiaron en un proceso más estructural, pese a que algunos decían que si perdíamos un partido perdíamos la elección. Estoy orgulloso de eso pero también hay que dar respuestas en ese aspecto”, remarcó.
“Nosotros tenemos dos objetivos muy claros en el corto plazo, volver a nuestro estadio y armar un equipo que nos devuelva a las copas”, señala Franceschi.
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“Tenemos que pasar a otra fase en lo deportivo, el año pasado nos asomamos a la elite del futbol mundial al disputar tres torneos, al estar en una copa internacional, tenemos que trabajar para instalarnos de manera definitiva y seria en esa elite, y eso se logra no sólo armando un equipo competitivo sino también profesionalizando las áreas del club vinculada con este proceso”, dice el presidente.
El objetivo es que el nuevo director deportivo de la entidad, Juan Carlos Olave, lleve a cabo tareas de scouting (reclutamiento) por toda América, buscando nuevos talentos que puedan incorporarse al club.
“Pero también, es importante el trabajo con las inferiores de Belgrano, para tratar de acercar a los pibes que allí se forman más a la mentalidad del jugador de Primera, hoy está un poco alejados de eso”, señaló. Para Franceschi, estos 12 años han sido muy buenos, pero se debe ir más allá.
“El desafío nuestro no es como decíamos antes, ‘no vamos a endeudar al club, ese discurso ya no va más, ahora es queremos gastar más, para la tribuna, queremos gastar para tener un plantel de jerarquía y de elite, pero también queremos más fondos, debemos conseguirlos de manera diversa, para poner todo eso a la altura de la circunstancias”, finalizó.
