Alegría, emoción, tristeza, de nuevo alegría, entusiasmo, bronca, decepción y más bronca. Algo así deben haber sido las sensaciones de Diego Maradona en la derrota 2-1 de Gimnasia ante Talleres.
Todo arrancó de la mejor manera cuando fue recibido con un gran homenaje en el que saludó a los hinchas que lo ovacionaron, luego se cruzó con sus excompañeros en la Selección Argentina y hasta recibió una camiseta enmarcada.
Luego toda esa alegría se cayó a pedazos cuando Jonathan Menéndez puso el 1-0 parcial. Aún así Diego se quejaba, pero permanecía sentado conversando con Adrián González, mientras que Mendez daba indicaciones.
En el segundo tiempo Gimnasia mejoró, y a 3 minutos empató el partido. Ahí se pudo ver a un Maradona más activo y a puro festejo abrazándose con sus ayudantes.
Luego vendría la bronca. Es que el árbitro Hernán Mastrángelo cobró dos penales para la "T". Uno Dayro Moreno lo convirtió en gol y el otro pegó en el palo.
Diego se fue enojado con la actuación del árbitro y una vez finalizado el encuentro declaró "así no se puede jugar". Así fue la montaña rusa de sensaciones que vivió el DT del Lobo que está último en la Superliga y es el segundo peor promedio del torneo.