Una familia de refugiados sirios regresará el próximo jueves a su país cuatro meses después de su llegada a Argentina al sufrir dificultades por no encontrar trabajo, no aprender el idioma y no conseguir adaptarse al país sudamericano.
La de Taufiq Touma, un sirio de 40 años que llegó hace cuatro meses junto a su mujer de 29 años y sus dos hijas de trece y diez años, es una de las familias procedentes de Alepo que se afincaron en la localidad de Pilar, de la provincia de Córdoba (centro), según informó el diario local La Voz.
Es también una de las familias de refugiados que la ciudad aceptó en 2016 y que ha decidido regresar a su país tras no encontrar trabajo en el país austral.
Al contrario que ellos, otra de las familias, los Obari, ubicada en la cordobesa Jesús María, asegura no tener todavía recursos económicos suficientes para costearse un vuelo de vuelta.
Partirán de vuelta el próximo jueves en un vuelo del cual ya tienen los tickets.
"Pensamos que la vida aquí sería más barata y que nuestras hijas tendrían futuro, pero no lo vemos ahora", dijo en una entrevista con La Voz Taufiq Touma, el padre, que aseguró que "no aguantan más".
Como afirmaron, es más barato para ellos vivir en su país natal, y aclararon que en Argentina "todo aumenta", mientras que allí podrían vivir una semana con solo diez dólares.
Para este padre no fue fácil hacerse con un puesto de trabajo en Argentina debido a la condición física con la que vive después que una explosión le hirió y perdió movilidad y fuerza.
Otro de los problemas que no pudieron resolver fue la barrera del idioma, pese a que se encontraban en un programa de idioma español para refugiados sirios impartido por la Facultad de Lenguas, mientras que las niñas sí conocen mejor el idioma gracias a un programa inclusivo de estudios que emprendió su escuela para su adaptación.
"Ya no podremos volver a salir como refugiados. Es sólo una vez", indicaron, e hicieron hincapié en lo bien que les trató la gente cuando llegaron.
Los refugiados aseguraron tener la documentación en regla para volver a ingresar en Siria, y explicaron que si han sobrevivido estos meses fue gracias a un vecino, que se ocupó de sus gastos.
"No queremos ser una carga en Argentina", lamentó Touma.
Según cuenta, sufrieron un robo que agravó su situación y les hizo plantearse su vuelta a Alepo, ciudad devastada por la guerra que se inició en Siria en 2011, de la que contaron que "está más tranquila" que cuando se trasladaron y consideraron que será más sencillo trabajar.
Un cura ayudó a la familia a llegar a Córdoba, y ahora les intenta convencer de que la situación en Siria no es mejor de lo que era cuando llegaron, y les recomendó que no regresaran.
Como ellos llegó una familia allegada a la suya, los Barbar, quienes aseguran que regresarán pronto alentados por la partida de los Touma.
Estas familias llegaron a Pilar cuando el municipio lanzó un ofrecimiento a la ONU de alojar a 50 familias de refugiados sirios.
El cónsul sirio en Córdoba, Abdala Saddi, destacó que desde 2015 hay veinte ciudadanos sirios refugiados que habitan solo en la provincia argentina.
En la lucha del Gobierno de Mauricio Macri por posicionarse como país receptor de refugiados en 2016 se comprometieron a recibir a 3.000 refugiados, y el pasado abril anunciaron que darán 1.000 becas para estudiar en universidades a refugiados sirios.