Daniel Matyas junto a Carol y su hijo transita la cuarentena con actividades en la casa pero extrañando las juntadas con amigos. Mauro Esains y Verónica, por otro lado pudieron profundizar la relación con su hija pero señalan que los los domingos "son un bajón, porque se alteraron las rutinas familiares". Así atraviesan la cuarenta y se lo contaron a Vía Comodoro Rivadavia.
Daniel comentó que están en el departamento desde el 18 de marzo. " Solo salimos 2 veces, a comprar comida (1 vez cada 8/10 dias) . Gastamos menos, porque en alimentos solo compramos lo necesario para estos días, y también se ahorró en otras cosas, como nafta".
En cuanto a Vladek, el hijo de ambos "las primeras 2 semanas no le exigimos que haga tareas, porque este año solo tuvo 3 días de clases y sobre todo porque estamos atravesando un duelo familiar. Hace una semana comenzamos a realizar las tareas que enviaron desde la escuela".
La situación no es sencilla, y se extrañan los afectos. "Lo que más extrañamos es juntarnos con nuestros amigos, algo que hacíamos periódicamente. Se nos desordenaron mucho los horarios, tanto con la comida, como para acostarnos o levantarnos".
"Pudimos dedicar tiempo a ordenar la casa y descartar cosas en desuso. Carol tuvo tiempo para 'reencontrarse' con el reiki y pudo seguir con sus clases de yoga de manera virtual. Vladek, nuestro hijo, extraña poder juntarse con sus amiguitos y poder ir a fútbol y artes marciales, porque al vivir en departamento es el que más siente el encierro, pero solo en ese aspecto", detalla.
Y agrega: "En general, no estamos sufriendo la cuarentena, salvo por la lógica preocupación y angustia por lo que ocurre en todo el mundo. Tenemos la suerte de estar en un departamento amplio y con una vista al mar muy luminosa. Y como familia, al compartir siempre todas las actividades que hacemos y estar prácticamente todo el día juntos, no sentimos un cambio".
La vida de Mauro Mauro Esains y Verónica Quercia no es tan distinta en cuanto al "encierro". Vive en una casa en la norte de la ciudad y por supuesto, que al ser autónomo la situación económica se complica."Estamos desde el domingo que se inició con la cuarentena, no recuerdo la fecha. Nos organizamos y salí las 2 veces al super bien temprano, pasé por la verdulería y no salí mas".
Asimismo señaló: "Gastamos casi lo mismo porque las cuotas son las mismas, la diferencia puede ser en algo menor como combustible o achicamos un poco en cosas simples como un helado o un vino o algo así pero es mas que nada porque somos autónomos y no tuvimos ingresos".
De todas maneras, la educación de su hija adolescente no se descuida. Tiene clase por zoom, classroom o Telegram y siguió con violín por Wahtsapp. Con respecto a los cambios de habito "no tuvimos mucho porque desde el primer día tratamos de continuar sin cambiar mucho, nos levantamos y acostamos a la misma hora mas que nada para que Paloma no cambie su rutina, ella siguió haciendo las tareas a la mañana".
Además, surgen cosas muy positivas, como charlar, especialmente con una adolescente. "Ella está entrando en la adolescencia y empezamos a cocinar juntos o ver pelis y debatirlas, ahora escucha música de los 80 90 jaja". Y hay otras menos agradables: "Nos bajonea los domingos porque en la familia hay una rutina, el abuelo busca a las nietas y las lleva a desayunar, para colmo hace dos meses quedó viudo y no lo estamos viendo, por mas que hablamos y todo. El domingo se perdió el juntarnos, imaginate en familia de tano eso es peor que la muerte, además es muy católico y sobre todo en Pascua, este domingo va a ser complicado porque siempre se festejó mas que Navidad. Y otra más: el primer viernes de cuarentena era el cumple de 15 de mi sobrina 1 año preparando el cumple eso fue un golpe".
Ambas familias buscan la manera de sobrellevar el momento, que desde lo emotivo es muy particular, duelos de de por medio. Ansían el final de la cuarentena concientes que debe ser en un marco responsable. Mientras tanto, le buscan "la vuelta" al encierro.