Un mundo subterráneo en Punilla: las cavernas de Los Sauces, un tesoro turístico en La Falda

Se trata de una formación mineral milenaria, única en el país.

Un mundo subterráneo en Punilla: las cavernas de Los Sauces, un tesoro turístico en La Falda

En Argentina, de las aproximadamente 400 cavernas registradas, solo dos están habilitadas para el turismo. Una de ellas es la caverna de Los Sauces, ubicada en el Valle de Punilla, a unos ocho kilómetros de la ciudad de La Falda. La otra es la caverna de Las Brujas, en Malargüe, Mendoza.

Los especialistas en geología afirman que “el sexto continente por descubrir es el mundo subterráneo”, y Punilla ofrece una oportunidad única para explorarlo.

Caverna El Sauce (Foto Municipalidad de La Falda)
Caverna El Sauce (Foto Municipalidad de La Falda)

La experiencia en Los Sauces dura unos 90 minutos, durante los cuales grupos de no más de diez personas recorren las seis salas conectadas por estrechos pasadizos. Siempre acompañados por guías certificados, los visitantes cuentan con el equipo y las luces necesarios para explorar este fascinante mundo subterráneo. Además, el predio de 1.400 metros cuadrados ofrece un espacio ideal para pasear, hacer un picnic o simplemente relajarse en contacto con la naturaleza.

Historia de la caverna de Los Sauces

Se pueden visualizar formaciones milenarias.
Se pueden visualizar formaciones milenarias.

Hace unos 300 millones de años, ríos subterráneos caudalosos atravesaron estas tierras, modelando el carbonato de calcio y creando las impresionantes formaciones que se pueden observar hoy en día.

En los años 80, en una parte de estos terrenos funcionaba una cantera de carbonato de calcio, explotada hasta que fue adquirida por la familia Vinovo, quienes descubrieron estas cavernas que habían permanecido “herméticamente cerradas” durante años.

En 1999, comenzaron a explorar la caverna y en 2006 la habilitaron para el turismo, tras realizar un estudio de impacto ambiental que determinó su estabilidad y nivel de humedad. Este trabajo permitió mapear las cavernas y establecer los circuitos turísticos que hoy permiten a los visitantes disfrutar de esta joya escondida en el Valle de Punilla.