Desde sus primeros días de vida, Sambi no conoció la libertad. Criada en un departamento en plena Ciudad de Buenos Aires, lejos de su hábitat natural, esta cachorra de puma vivió entre paredes y muebles hasta que su destino dio un giro inesperado: fue abandonada, atada en la puerta del Ecoparque de Palermo.
El camino de Sambi hasta encontrar un verdadero hogar estuvo marcado por el abandono y la irresponsabilidad. Primero, fue retirada de una casa por un influencer, quien la entregó a una joven con la promesa de construirle un santuario. Pero ese santuario nunca llegó.
El caso llegó a la Justicia, que ordenó su traslado al Proyecto Carayá, en La Cumbre. Ahora, Sambi tiene un nuevo hogar donde podrá vivir con los cuidados que necesita.
Su vida no será sencilla: un problema crónico en el riñón la obligará a estar monitoreada de por vida. Sin embargo, por primera vez, estará en un entorno adecuado, con especialistas que velarán por su bienestar.