A solo 10 kilómetros de Villa Carlos Paz, Cabalango se posiciona como un destino ideal para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza. Este pequeño paraíso, ubicado en el sur del Valle de Punilla, ofrece playas de arenas finas, piedras redondeadas y aguas cristalinas que invitan al descanso.
El río Los Chorrillos en esta zona es conocido por sus ollas naturales y piscinas formadas entre las piedras, ideales para nadar y relajarse. Con su aire puro y un entorno de postal, Cabalango sigue consolidándose como un destino perfecto para desconectar de la rutina y sumergirse en la belleza de las sierras cordobesas.
Este rincón mágico, caracterizado por sus formaciones rocosas y su agua con alto contenido de yodo, ofrece un paisaje que parece sacado de otro planeta.
Las ollas y ollitas que se forman entre las piedras crean piscinas naturales de aguas templadas y transparentes, ideales para nadar y refrescarse en los días de verano. A diferencia de otros destinos más concurridos, aquí la paz y la inmensidad de la naturaleza permiten una conexión única con el entorno.
Para los aventureros, el senderismo es una excelente opción en la zona, con caminos que llevan a vistas panorámicas impresionantes como la Casacada Los Chorrilos y la Trompa del Elefante.
El encanto del “Río Dorado”: aguas cristalinas y descanso absoluto
Entre las sierras de Córdoba se esconde el Río Dorado, un sitio de ensueño donde el tiempo parece detenerse. A diferencia de otros balnearios más concurridos, este rincón ofrece la posibilidad de disfrutar del río San Antonio en su estado más puro, con aguas cristalinas que reflejan el sol y crean destellos dorados sobre la superficie.
Las grandes piedras que rodean el cauce del río forman pequeñas ollas naturales donde los visitantes pueden relajarse y dejarse llevar por la calma del entorno. La vegetación autóctona aporta sombra y frescura, convirtiendo al Río Dorado en un sitio ideal para un picnic en familia o una tarde de descanso en completa armonía con la naturaleza.