"Mens sana in corpore sano". Se sabe que esta cita del latín es una buena porción de los cimientos de una buena vida. Y en los tiempos actuales bien podría readaptarse y pronunciarse al revés.
Es que está científicamente comprobado que hacer actividad física regular ofrece enormes beneficios para la salud. Por eso es cierto que el ejercicio, sea o no estructurado, se ha convertido en un aspecto muy importante de la vida.
Millones de personas alrededor del mundo lo hacen con regularidad para estar mejor y millones más participan en deportes organizados. Sin embargo, el clima caluroso y húmedo representa un reto para la capacidad del cuerpo a la hora de cada rutina.
Durante los ejercicios, los músculos generan gran cantidad de calor que debe disiparse hacia el ambiente. De lo contrario, ocurrirá un aumento en la temperatura central del cuerpo, nos cuentan desde Qenti Medical.
La sudoración es una respuesta fisiológica que intenta limitar el aumento en la temperatura central, colocando agua en la piel para su evaporación. Sin embargo, si esta pérdida de líquido no se compensa con ingesta de fluido, habrá un deterioro en la regulación de la temperatura, el rendimiento y posiblemente la salud.
El desafío, por lo tanto, es doble: disipar el exceso de calor hacia el ambiente de manera efectiva y evitar llegar a un estado de hipo hidratación.
En Qenti Medical nos dieron algunos consejos útiles para practicar alguna actividad física en un ambiente de elevadas temperaturas:
· Hidratación: no confíe en la sed. Uno de los principales errores que tenemos al hidratarnos durante el ejercicio, es que nos basamos en la sensación de sed. La sed es un estímulo que se presenta en forma tardía, ya que cuando sentimos sed, ¡ya estamos deshidratados!
Así, es importante que empecemos a hidratarnos desde que iniciemos el ejercicio aunque no sintamos sed, ya que de lo contrario, empezaremos a consumir líquido cuando ya tengamos un gran déficit y será muy difícil recuperarlo.
Por otra parte, la sed se puede apagar mucho antes de que hayamos recuperado todo el líquido perdido, sobretodo cuando utilizamos bebidas que son bajas en sodio –como el agua– la sed disminuye al haber una dilución del sodio en la sangre.
· Importancia del sabor y los electrolitos: Uno de los aspectos que más influyen en el consumo de líquido durante el ejercicio es el tipo de bebida.
En muchas investigaciones se ha observado que si la bebida tiene sabor, las personas consumirán voluntariamente más líquido durante el ejercicio que cuando consumen sólo agua; si además de un sabor agradable, la bebida contiene electrolitos (como el sodio) se estimulará aún más la ingesta.
Por lo tanto, buscá las bebidas adecuadas para mejorar tu hidratación y si decides consumir sólo agua, recuerda que con esta bebida la sed se apaga más rápido.
· Otros consejos: A la hora de la actividad física, es recomendable vestir ropa holgada, liviana, de colores claros que permita el libre flujo de aire sobre la piel. También telas absorbentes del sudor para mantener la superficie de la piel seca.
Nunca debes ejercitar con ropa o accesorios plásticos, porque eso no ayuda a reducir la grasa corporal, pero sí hace el ejercicio más difícil y aumenta los problemas relacionados con la termorregulación.
Por último, ten en cuenta evitar completamente la actividad física cuando las condiciones sean excepcionalmente calurosas o húmedas. Por eso es preferible elegir las horas más frescas del día.
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