Corría el 1972, a pocos años de su inauguración, el boliche bailable Keops de Carlos Paz experimentaba su momento de apogeo a nivel nacional. Mientras la llamativa pirámide se consolidaba como una de las discotecas más importantes del país, un 2 de noviembre encabeza los periódicos con una noticia espeluznante: un atentado.
Eldor Bertorello, Encuentros con la Villa de Don Carlos Nicandro y Luis Tortolo, relataron la situación que se vivió ese día miércoles en la disco. Según contaron, las delegaciones estudiantiles y los clientes habituales ya se habían retirado, esa noche, el sereno justo estaba de franco.
Allí presente se encontraba el gerente, Roberto Vicente Enzo Campise, quien fue despertado a las 6:45 horas por los ruidos que provocaron unas roturas en los cristales. Campise se levantó y observó los movimientos de personas que se desplazaban por el interior del local, quienes colocaron explosivos en los entrepisos y la pista central, un total de cinco kilos de gelinita y bidones con nafta.
Ya eran las 7:30 de la mañana y una brigada especial de antiexplosivos, alertados por el ruido de un aparato de relojería, abandonaban rápidamente el lugar. La explosión fue unos instantes después, provocó profundos daños en la parte central de la pista, y el desprendimiento de la mampostería que cubría la estructura metálica de la pirámide.
Allí se hicieron presentes los Bomberos Voluntarios de la Villa, que apagaron las llamas que habían generado los explosivos conectados a bidones de nafta. El atentado produjo un desastre, el costo de los arreglos fue de 200.000 pesos de aquel entonces, para que Keops vuelva a abrir sus puertas.
En cuanto a los terroristas, se los identificó como integrantes del Comando 3 de Noviembre de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, quienes fueron abatidos en un operativo en la Av.Sabattini 3800 de la ciudad de Córdoba.