Si bien el incendio originado en Capilla del Monte, que pese al arduo trabajo de efectivos de diversas áreas, se propagó hacia las localidades de Los Cocos y La Cumbre retornando luego a su punto de inicio, finalmente fue controlado este martes, bomberos voluntarios permanecieron en "guardia de cenizas" con el objetivo de de asegurar que no haya reinicios.
Es que si bien las tan anunciadas precipitaciones trajeron alivio a las sierras cordobesas y colaboraron exitosamente con el control de cada uno de los incendios forestales en la provincia, en la zona de Capilla del Monte y alrededores se registraron entre 10 y 15 milímetros, algo que si bien es mejor que nada, no es suficiente tras una tan prolongada sequía.
Durante las últimas horas, bomberos trabajaron en un perímetro muy inestable con puntos calientes en un sector próximo a Cabeza del Soldado y hacia la parte trasera de la Iglesia en la localidad serrana de Los Cocos, una de las zonas peligrosamente invadida por el fuego previo al arribo de las lluvias.
Allí, permanecieron distribuidos efectivos de cuatro dotaciones con el objetivo de asegurar que no haya reinicios.
Del mismo modo sucedió en los alrededores del barrio Las Gemelas en Capilla del Monte, donde trabajaron bomberos de cinco cuarteles. Un lugar en donde según datos oficiales, "llovió entre 10 y 15 milímetros".
Asimismo, resulta oportuno destacar que en Villa de María de Río Seco, al norte provincial, el panorama es diferente debido a que fue la zona en la que más llovió, lo que contribuyó a que el fuego quede "totalmente extinguido tras la caída de unos 55 milímetros", informaron desde el Gobierno de la Provincia.