Villa Carlos Paz no está exenta de las disposiciones vividas conforme al aislamiento social, preventivo y obligatorio, vigente desde el 20 de marzo en el marco de este actual contexto de pandemia por Covid-19. Y que pese a estar sumergidos en una flamante fase de "Distanciamiento Social y Emergencia Sanitaria" en todo el ámbito provincial, las instituciones escolares continúan con aquello que iniciaron allá por el 16 de marzo, en principio, una improvisada pero necesaria nueva manera de hacer escuela, para luego ir reinventándose en esta "nueva normalidad": la escuela en casa.
En este sentido, desde VíaCarlosPaz acudimos al testimonio de docentes de diferentes niveles de diversas instituciones educativas, tanto públicas como privadas, con el fin de que en este flamante receso invernal, nos brinden un breve análisis conforme a sus experiencias vividas tras 115 días de cerradas las escuelas.
Frases como: "La virtualidad llegó para quedarse". "Implicó una movida importante de recursos". "Nos hemos convertido en youtubers". "Hacemos todo a nuestro alcance y mucho más". "Trabajamos más cantidad de horas que antes". "Nos tuvimos que readaptar a una nueva forma de hacer escuela". O también, "Los chicos están un poco cansados de todo esto y nos preguntan '¿cuándo vamos a volver a la escuela?'", son sólo algunas de las tantas frases que diversos docentes manifestaron a este medio.
"Esta cuarentena nos encontró de un día para el otro, tratando de organizarnos como pudimos, utilizando nuestras herramientas tecnológicas en las condiciones en las que estaban para poder seguir comunicados con nuestros alumnos, y que implicó una movida importante de recursos", dice Andrea, Licenciada en Educación y docente del nivel inicial en una escuela estatal de Villa Carlos Paz.
Añadiendo un sinfín de momentos vividos inmersos en un proceso educativo inédito y que desde el inicio, representó una imperiosa toma de decisiones inmediatas apuntada a cómo mantener la continuidad en la tarea pedagógica.
La utilización de WhatssApp, Facebook, programas y nuevas aplicaciones, Google Docs, Classroom o clases virtuales, y una participación en conjunto entre la institución y las familias, contribuyó a reinventarnos y que haya un ida y vuelta constante con las familias, tratando de trabajar todas las áreas de conocimiento. Llegando a la mitad del año realmente exhaustas", nos confiesa Andrea.
En cuanto la utilización de la virtualidad, cada uno de los docentes a quienes hemos acudido, coinciden en afirmar que "la virtualidad llegó para quedarse", apostando a un "cambio profundo en la educación con la incorporación de las tecnologías desde una inminente educación "dual".
Por otra parte, siendo otras de las similitudes encontradas en varios educadores carlospacenses, es en cuanto al incremento en la cantidad de horas de trabajo. "Trabajamos más horas que antes", se animaron a decir algunos, ya que la demanda horaria en cuanto a planificación, aprendizaje de nuevos recursos tecnológicos, cursos virtuales, sumado a la preparación de las actividades que implica filmaciones, redacción de material y consignas, con un trabajo previo de búsqueda y producción de material, y esto sin dejar de mencionar "muchas horas de conectividad permanente", es un factor que aseguran que ascendió de una manera importante con el correr de las semanas.
En cuanto a los pro de esta "nueva normalidad", la Profesora Yamile Marzuco, nos dice: "El poder estar en familia, el poder conocer más a nuestros hijos, poder disfrutar más de sus vivencias, de sus crecimientos, el poder compartir más (...) es sin lugar a dudas la parte positiva de todo esto".
A lo que de inmediato añadió: "El contra creo que es la falta de contacto, el no poder estar en la escuela (...) Porque más allá que lo virtual atrapa, no es lo mismo que asistir a la escuela, nada lo puede reemplazar", dijo Marzuco, admitiendo además, que el trabajo desde la casa fue algo que también los sorprendió y "nos costó bastante".
Desafío, Intriga, temor, reinventarse, capacitarse, nuevos tipos de complicaciones, conectividad, trabajar para una óptima continuidad pedagógica, nuevos tipos de acompañamientos y aprendizajes; o incertidumbres, son los términos que se replican a lo largo de los diferentes testimonios y análisis recabados.
Y en cuanto a ellos, los estudiantes y los protagonistas también fundamentales de este vertiginoso proceso, muchos coinciden en destacar que "se apropiaron muy bien a las nuevas modalidades de trabajo", tomando en cuenta el incremento en su responsabilidad y autonomía "en cuanto al control y uso de sus propios tiempos", coincidiendo, sobre todo entre docentes de instituciones estatales, que el contra principal ha sido "la falta de acceso a internet, de conectividad, porque muchas familias tienen sólo los datos móviles del celular y se les complica poder realizar las actividades perdiéndose de esa continuidad pedagógica que es tan importante", sostienen y resaltan muchos de los educadores consultados.
En suma, cada una de estas vivencias toman una tonalidad similar a lo que sin lugar a dudas se experimenta a lo largo de todo el territorio nacional, como ese reflejo de una multiplicidad de realidades, cada una, afrontadas desde sus propias particularidades.
Foto de portada: imagen ilustrativa.
