Los perfiles de humedad de los suelos comienzan a recuperarse. Esto no impactará ya en la producción de los cultivos de verano (soja, maíz, sorgo). En el mejor de los casos detiene la caída de la producción.
Con lluvias de entre 150 y 200 mm durante abril la condición de los campos se recuperaría para la siembra de trigo y cebada. En esta campaña 22/23 se perdió el 43% del trigo, otro tanto de soja y un 28% del maíz. El productor necesita recuperarse de este quebranto, pero para ello necesitará financiamiento, no solo para la fina, sino posiblemente también para la próxima gruesa.
La expectativa inicial podría ser la intención de sembrar 7 millones de hectáreas de trigo, la misma que se barajaba el año pasado. De concretarse dispararía la demanda de fertilizantes y defensivos.
En las redes y grupos de productores ya se analiza el impacto que podrían tener las elecciones nacionales sobre la siembra, considerando que la cosecha ocurrirá bajo un nuevo gobierno, y que el tema de los Derechos de Exportación está en la agenda política.
EXPORTACIONES
Marzo continuaría la tendencia del 1er bimestre
Las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) cayeron 65% en enero y 83% en febrero respecto de 2022. Esto redundó en la fuerte caída de recaudación de Derechos de Exportación, que pasó de representar el 7,6% de la masa fiscal en 2022 a 2,6% en 2023, mientras que la liquidación de divisas del primer bimestre (US$1.583 M) resulta la más baja desde 2006.
La situación no parece cambiará mucho cuando cierre marzo. Al 24/03 la exportación llevaba registradas DJVE por 1,45 millón de toneladas (Mt) contra 7,61 Mt en marzo de 2022.
Las DJVE de harina de soja están cayendo de 1,57 a 0,58 Mt, mientras que las de aceite de soja de 0,25 a 0,16. Esta semana será clave para el cierre del mes, pero no son esperables cambios significativos.
El informe de movimientos portuarios indica que al 23/03 se llevaban cargados 125 buques graneleros contra 216 a la misma fecha del año pasado. En volumen, la caída es de 41%.
En base a esta información la expectativa es que la liquidación de divisas continuará por debajo de 2022, lo mismo que la recaudación por derechos de exportación.