Las claves de hoy

Intento de ajuste en las importaciones, el gobierno busca que la soja en stock sea vendida para poder subir el número de reservas. El dólar financiero se encuentra muy alto y las reservas del BCRA van en su segundo peor mes de lo que va del año.

Las claves de hoy
DÓLAR. Tuvo una fuerte caída en la jornada de hoy (DyN/Archivo).

Importaciones

El Gobierno se prepara para terminar de definir un nuevo sistema para las SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones). De esta manera, se busca facilitar las importaciones a las empresas, con foco en insumos y en que los dólares utilizados sean para garantizar la producción. Esta medida se enmarca en la necesidad de aumentar las reservas y revertir el déficit de la balanza comercial.

Importaciones
Importaciones

Dólar soja

Cuando aún restan venderse unas 20 millones de toneladas de soja (aproximadamente, u$s11.000 millones), el gobierno analiza relanzar mecanismos para que las compañías agro exportadoras comercialicen el restante de soja que permitiría engrosar las alicaídas reservas. El ingreso de divisas provenientes de este sector cierran agosto en u$s3.100 millones cuando el gobierno imaginaba un número cercano a los u$s4.500 millones

Se despertaron los dólares financieros

El dólar financiero se disparó luego de dos semanas acercándose a los $300. El contado con liquidación (CCL) saltó $8,03 (2,8%) hasta los $298,03 (brecha con el oficial de 115%). Por su parte, el dólar MEP subió $2,05 (0,7%) a $283,83 (spread de 104,8%).

BCRA, a ritmo lento

El BCRA concluyó la jornada de ayer con apenas un millón de dólares a favor. Si bien técnicamente se trata de 14 resultados positivos consecutivos, el margen de la balanza no le permite cerrar un buen mes. Se trata, en este sentido, del segundo peor mes en lo que va del año.

En relación al comportamiento de los dólares financieros

El atraso cambiario actual no sólo es un subsidio a las importaciones, con el agravante de que no hay dólares para sostenerlo, sino que el crawling peg (devaluación diaria) es más inflacionario que un ajuste one shot. Es que el primero permite trasladar el aumento del dólar de manera paulatina; mientras que el segundo obliga a liquidar parcialmente stock a precios ‘viejos’ para acelerar la cancelación de deuda, ya que el one shot y un salto importante en la tasa de interés van de la mano.