Si lo bueno es breve, lo malo no necesariamente. Y como los dinosaurios no se comen de un bocado, describamos la situación, no con ánimo de llorar juntos si no de definir acciones a tomar para continuar el negocio porque una mala campaña es una vicisitud que en la agricultura sucede (si bien no de la magnitud de la 2022/2023, la peor de todas), pero no es el fin de la historia.
Ahora bien, definamos el problema. Que es la resultante de varios factores:
•Los productores se van a descapitalizar en ésta campaña 22/23. Alguno de ellos muy fuerte.
•En escenario de pérdida productiva irreversible (que el CREA estima en aproximadamente USD 20.000 millones), los productores igualmente van a pagar USD 6.000 millones de DEX/Derechos de Exportación.
•La macroeconomía argentina no está pegada con alambre. Está pegada con saliva, con un Gobierno que si lo tengo que resumir en un solo adjetivo lo defino como INCOMPETENTE (muy). La inflación estimada en zona del 120% anual para el 2023 es sólo un botón de muestra que quienes Gobiernan no tienen la idoneidad necesaria para tal responsabilidad. Los que vinieron antes fueron igual de berretas (un poco menos, en realidad. Pero también berretas).
•La seca se llevó 40.000.000 tons en la campaña 2022/2023. Esa mercadería no está, no se produjo, y parte de lo que se produjo tiene problemas de calidad de la mano del verano más hostil del que yo tengo memoria para la actividad agrícola en Argentina.
Esto es lo que pone en evidencia todo lo anterior, pero ya dicho, el problema no es sólo la seca.
DEFINAMOS EL PROBLEMA: HAY QUE “BLINDAR” EL FLUJO DE FONDOS. Saben por qué es necesario hacer eso? Por lo siguiente: Cuando en éste negocio agrícola una empresa sale expulsada del mercado, no es porque perdió dinero un año: es porque no pudo financiar la pérdida! Entender esto es esencial para enfocar correctamente los esfuerzos. EN 2023 MANDA EL FLUJO DE FONDOS MAS QUE EL ESTADO DE RESULTADOS!