Países como Perú, Ecuador y Chile tienen un rendimiento de hasta 84 % mayor al de Bolivia. A eso se suma de que el grano se cultiva en Estados Unidos y China, país que se propuso convertirse en el principal exportador mundial del grano hasta 2025.
Hoy se registra una reducción en el precio de un 80%, la gestión 2015 fue declarada como el Año Internacional de la Quinoa, por lo que se abrieron mercados internacionales y hubo una sobredemanda del grano en todo el mundo.
Según el experto, el altiplano sur del país tiene suelos de origen volcánico, que contienen gran cantidad de minerales, pero no tiene materia orgánica, lo que repercute en el rendimiento y calidad del grano.
En el país, se cosechan entre 550 y 560 kilos por hectárea cultivada, pero hay zonas fértiles de las que se obtiene 750 y comunidades que realizan un buen manejo de suelo cosecharon hasta 900.
Perú, Chile y Ecuador tienen variedades que pueden adaptarse al nivel del mar y realizan trabajo genético para obtener quinoa resistente.
Fueron esas semillas que se llevaron a Estados Unidos y China, que ya cultivan el cereal para su demanda interna. Esto causa que el mercado para la quinoa boliviana cada vez se reduzca más.
En 2019, Bolivia exportó 32 mil toneladas de quinoa por un valor de 90 millones de dólares. La cifra es menor a la registrada en 2013 cuando se exportaron 35 mil toneladas por 150 millones de dólares, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Estados Unidos es el principal comprador de la quinoa boliviana, país que compra el 52%. El 9% lo compra Francia, el 8% Canadá, el 7% los Países Bajos y el 6% Australia. Una pérdida de mercado importante casi irremontable.