De esta forma, con los primeros envíos que se realizaron hoy desde el puerto de Buenos Aires de ciruelas desecadas y madera a España, y limón fresco a los Países Bajos, la UE se suma al uso del Certificado Fitosanitario Electrónico (e-Phyto, por sus siglas en inglés), que en nuestro país expide el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Vale destacar que la Argentina ya utiliza la certificación fitosanitaria electrónica en el intercambio de productos vegetales con Chile, Estados Unidos, Sri Lanka, Costa Rica, Paraguay y Jamaica.
Con la incorporación de la Unión Europea a los otros destinos con los que se está trabajando con este sistema, nuestro país pasa a tener más del cuarenta por ciento de sus exportaciones certificadas electrónicamente.
Se viene realizando intercambios técnicos con la Unión Europea desde hace dos años para llegar a este acuerdo de certificación fitosanitaria electrónica que incluye a todos los productos vegetales que nuestro país envía a ese pluri-destino europeo siendo Argentina uno de los países que lideran la implementación del e-Phyto a nivel mundial.
Durante 2021 Argentina emitió más de 23.700 certificados fitosanitarios en operaciones comerciales, que ampararon exportaciones a la UE de: grano de maíz, grano de trigo, limón fresco, naranja fresca y pera fresca, entre otros, por más de 7.000.000 de toneladas.
Herramienta
La certificación fitosanitaria electrónica es una herramienta que favorece un comercio internacional de artículos reglamentados de origen vegetal de manera fácil, transparente, confiable, digital y sin papel porque reduce costos, tiempos y documentación fraudulenta, lo que conlleva a que el proceso de liberación de mercaderías se acelere.
El desarrollo del “Sistema e-Phyto” es una iniciativa de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) que alienta su implementación ante las Organizaciones Nacionales de Protección Fitosanitarias (ONPF) de los países contratantes. Con la implementación de esta herramienta, una ONPF exportadora – por ejemplo el Senasa - puede transferir certificados e-Phyto mediante un sistema seguro al “Hub” (sistema central de intercambio de certificados de la CIPF) el cual transfiere ese certificado al “buzón” del país importador que hay en el Hub, de donde lo puede recuperar la ONPF del país importador.