Este martes, Thomas Domínguez, uno de los seis imputados por la violación grupal en Palermo amplió su declaración indagatoria en donde admitió haber manoseado y besado a la víctima pero sostuvo que es inocente y que desconoce lo que ocurría en el auto cuando la joven de 20 años se encontraba dentro.
El juez de la causa, Marcos Fernández, había rechazado la semana pasada un pedido del joven de 21 años para ampliar la declaración y fichó la audiencia para este miércoles.
Domínguez está imputado por dos delitos: “abuso sexual con acceso carnal, agravado por la intervención de dos o más personas” y por “lesiones leves” que le provocaron a uno de los testigos.
La indagatoria se hizo de forma virtual, sin embargo, el acusado presentó su declaración de forma escrita y no contestó ninguna de las preguntas por parte del juez ni del fiscal.
“Niego categóricamente todos y cada uno de los hechos que me incriminan en la presente causa, en virtud que me considero totalmente ajeno al reproche penal que se me intenta adjudicar”, expresó Thomas Domínguez en el escrito, según publicó la agencia Télam.
Según el relato de Domínguez, el domingo 27 de febrero fue al boliche “Ro Tecno Bar” con su amigo Alexis Cuzzoni (19), otro de los imputados en la causa y explicó que ahí conoció a la víctima y a su amigo, con los que fueron a “tomar cerveza a la plaza Soler”.
Luego agregó que “paseando por la zona”, conocieron a Ángel Pascual Ramos (23), Lautaro Dante Ciongo Pasotti (24), Franco Jesús Lykan (23) e Ignacio Retondo (22), los otros cuatro imputados. “Nos acercamos porque tenían una guitarra y nos pusimos a rapear mientras hablábamos y compartíamos unos cigarrillos”, detalló.
En cuanto a las sustancias que había consumido esa noche, mencionó: “alcohol, y éxtasis dentro del boliche” y afuera “solamente cerveza y marihuana”.
Este martes, Jorgelina, la madre del acusado habló en el programa “Nosotros a la mañana” (ElTrece) y declaró que su hijo es inocente, ya que considera que la víctima “sabía lo que estaba haciendo”.
Los seis detenidos fueron procesados la semana pasada como presuntos coautores de un “abuso sexual con acceso carnal agravado por la intervención de dos o más personas, que estima una pena de ocho a 20 años de cárcel y les trabó embargos por 35 millones de pesos a cada uno.