Este martes desde las 12 del mediodía la Línea B del subte porteño dejó de funcionar de manera sorpresiva como medida de fuerza en contra de la agresión que habría sufrido uno de los trabajadores de parte de un supervisor. El paro estaba previsto hasta las 16 por lo que el servicio comenzó a regularizarse.
La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) llamó a la suspensión del servicio para denunciar un ataque que habría sufrido uno de los empleados en el taller Rancagua.
“La agresión se enmarca en medio de la crisis que hay en el taller por la presencia de asbesto, que impide a los trabajadores realizar tareas sobre determinadas piezas y determinados trenes, dada la prohibición que existe en nuestro país desde el año 2001 de trabajar en contacto con ese material cancerígeno. A pesar de las leyes vigentes, la empresa ejerce todo tipo de presiones sobre los trabajadores del sector para que lleven a cabo tareas sin que estén dadas las condiciones para ser realizadas”, explicaron desde el gremio en un comunicado difundido por redes sociales.
La “medida de autodefensa” fue definida por los metrodelegados a partir de un episodio de violencia en el taller ubicado bajo el parque Los Andes, en el barrio de Chacarita en la Ciudad de Buenos Aires de un “peronal jerárquico” a uno de los empleados, aseguraron.
En un principio la duración del paro no había sido esclarecida y desde la AGTSyP advirtieron que podría prevalecer durante el resto del día. “Es un paro en toda la línea a partir de la 12 y en principio no hay una hora de finalización de la medida de fuerza. Se podría extender durante todo el día y ver cómo seguimos mañana. Es lo que estamos discutiendo en una asamblea”, así lo había anunciado el delegado Claudio Dellecarbonara en declaraciones a Télam, luego se resolvió.