La encargada de un edificio ubicado en Recoleta, de nombre Juliana, fue agredida brutalmente por la esposa de un diplomático, quien acusó a la empleada de haber retado a su hija adolescente. El hecho ocurrió en mayo. Por este motivo, el diplomático en cuestión fue separado de su cargo en la Argentina.
El suceso se inició debido a que la chica había dejado la puerta del ascensor abierta y la encargada le hizo la observación. Más tarde, los padres de la joven bajaron a reclamarle que le haya llamado la atención, pero la discusión subió de tono y tuvo un violento desenlace.
Jessica Giovana Pineda, esposa de César Lawson, un hombre que trabaja como diplomático en Panamá, tomó de los pelos a la portera del edificio situado en la calle Arenales y la tiró al piso. Fue recién entonces cuando Lawson intervino, ayudándola a levantarse y tratando de que no continúe el violento episodio.
En tanto, la agresora seguía insultando a la encargada, que una vez que pudo reincorporarse intentó responder a los golpes de la mujer. Todo quedó registrado en las cámaras del edificio.
La cancillería de Panamá echó al diplomático
“Comunicación en relación con el lamentable acontecimiento que involucra a un diplomático panameño”, tuitearon desde la cancillería.
Y agregaron la foto con el comunicado oficial: “El Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá, comunica que ha tomado la decisión de retirar de sus funciones al diplomático acreditado”.
“Este Ministerio rechaza todo acto de violencia y reafirma que la conducta de los funcionarios acreditados en el Servicio Exterior debe reflejar, en todo momento y en cada una de sus actuaciones, el respeto y la consideración que Panamá le asigna a sus relaciones con el Estado Receptor donde se encuentran acreditados”.
Qué consecuencias vive hoy la portera
Tras denunciar el caso, la vida de Juliana, la mujer agredida, se volvió un calvario: recibió desde cartas documento para que no hable del diplomático hasta amenazas dentro del edificio.
“Ellos bajaron a las 19.30, me increparon y me dijeron que no tenía que dirigirme a una menor. Yo les pedí perdón, les dije que no sabía que su hija era menor y les pregunté por qué si era menor le dejaban abrir la puerta para que entre cualquier persona”, señaló.
Pineda, entonces, le dijo que era capaz de “hacer cualquier cosa” por defender a su hija. Cuando la discusión parecía haberse terminado en la vereda del edificio, la mujer regresó para agredirla.
“Cuando la señora me agarró del pelo y me dio un puñetazo en la frente quedé inconsciente. No me acuerdo de cuando caí y en la frente tengo un moretón y un agujero porque se ve que también me clavó la uña”, especificó al programa Nosotros a la mañana.
Juliana detalló que sufrió dos hernias en la cervical a raíz de la caída y que continúa con una fuerte contusión en las piernas, pese a que el ataque fue en mayo. Además, denunció que la ART no le cubrió los diferentes estudios y que solo paga el psicólogo y el psiquiatra.
La mujer, que vive en ese edificio hace 13 años, teme por su vida y denuncia que sufrió amenazas y recibió cartas documento por parte del diplomático, quien asegura que fue perjudicado “economicamente”, luego de que la mujer presentará material contando lo sucedido en la Embajada de Panamá.