La inseguridad aumenta cada día en la Ciudad de Buenos Aires y las soluciones para intentar detener a los delincuentes a veces terminan mal. Una oficial de la policía porteña acabó con la vida de un cartonero cuando intentó ajusticiar a través de sus propios medios a un ladrón que le había robado su celular.
El hecho tuvo lugar en el barrio de Constitución, la policía de 34 años se desplazaba en su vehículo con la ventanilla del conductor baja cuando un ladrón la sorprendió y le arrebató su celular. Automáticamente decidió bajarse de su auto y, en una arriesgada maniobra, sacó su arma reglamentaría y disparó contra el delincuente que corría a unos 30 metros. Lamentablemente, uno de los disparos impactó en un hombre que juntaba cartones y que pasaba detrás.
El hombre fue identificado como Pablo Pereyra. Tenía alrededor de 40 años y vivía en la Ciudad. Había sido internado en el Hospital Ramos Mejía, lugar donde falleció este martes después de dos semanas de agonizar. Mientras que la mujer que disparó es Paola Juárez, administrativa en la fuerza de seguridad porteña que había sido traspasada desde la Policía Federal Argentina (PFA) en 2018.
El hecho ocurrió el 31 diciembre, alrededor de las 13, en la esquina de las calles Constitución y Presidente Luis Sáenz Peña, según comunicó Clarín. La causa está cargo del juez en lo Criminal y Correccional Nacional N° 4, Martín Yadarola, quien imputó por “homicidio agravado por abuso de la función como miembro de una fuerza de seguridad y por el uso de arma de fuego” a la oficial.
Luego del hecho, la policía fue pasada a situación pasiva. Los celulares de los agentes que intervinieron en el hecho fueron secuestrados ante la sospecha de un posible encubrimiento. Las cámaras de seguridad fueron aportadas a la Justicia para poder aportar datos a la causa. Según trascendió Juárez iba con el uniforme reglamentario mientras que el ladrón no portaba ningún arma cuando le arrebató el celular.
La División Investigación de Homicidios de la PFA tiene a cargo la investigación y fueron los detectives de esa fuerza los que detuvieron a la oficial en su domicilio, en Isidro Casanova, partido de La Matanza. Juárez había pedido su licencia de vacaciones a partir del 1° de enero, horas después de balear al cartonero. Fue indagada este martes, tras conocerse la muerte de la víctima.