De lunes a viernes, León se prepara para ir a buscar en su colectivo a los amigos caninos y pasar el día junto a ellos desde la mañana hasta la tarde. “Los perros son mis mejores amigos, es el grupo que tengo, que salimos a compartir todos los días. Me genera una satisfacción enorme poder ver un montón de perros contentos, disfrutando del servicio que yo ofrezco”, expresó el paseador de animales.
León Dario Sipes tiene 29 años y es el chofer del primer bus para perros en Argentina. Él trabaja de lunes a viernes con una manada de 27 perros aproximadamente. En una entrevista con Vía País, el adiestrador contó que el objetivo es que las mascotas tengan una buena calidad de paseo, “la cantidad justa”. Hay “momento de siesta, momento de caminata, momento de juego, de alimentación, de tomar agua. Es un servicio completo”, aseguró.
El recorrido comienza a las 8:00 y finaliza a las 16 hs desde Chacarita y, luego tiene paradas de colectivos para buscar a los amigos caninos por Villa Crespo, parte de Caballito, Boedo, Parque Patricios y San Cristóbal.
Cada vez que la gente ve el bus de “Amigos caninos” se sorprende, pero para León es un trabajo muy divertido y lo llena de emoción. El ofrece “tranquilidad” a todas las familias que contratan el servicio, ya que pueden “ir a trabajar y dejar al perro en buenas manos, sabiendo que se va a estar divirtiendo con otros perros, va a tener actividades lúdicas”, como así también “va a aprender a compartir y sobre todo que no va a estar exigido caminando abajo del rayo del sol, yendo a dejar a otro perro, como sería con otro paseador”, manifestó León.
La relación con los dueños de las mascotas es “de extrema confianza porque me dan al ser más preciado de su familia”, expresó. Incluso, en casos muy puntuales las familias le dan la llave de la casa para que entre a buscar o dejar al perro.
La relación de León con los perros y el amor que siente por ellos
Antes de ser paseador de perros, por diferentes circunstancias de la vida, Sipes aprendió otros oficios. “Fui crupier de un montón de juegos de casinos de Puerto Madero por 4 años, hice un montón de changuitas cuando fui viajando por todo el país y por Latinoamérica. Hice un montón de trabajos, desde canillita en Santiago del Estero o pintor en Colombia, de mozo en Ecuador, un montón de cosas”, detalló.
La pasión por ser paseador y el amor por los perros vienen de años. Cuando León era chico quería tener cachorros, como muchos niños. “Tuve perritos, pero al final no me podía hacer cargo a pleno porque el perro demanda un montón de cosas que cuando uno es chico no puede solventar: el tiempo de sacarlo a pasear, presupuesto de comida, de veterinario, entonces para mi no es para un chico”, explicó el hombre.
Según el relato del mejor amigo de los caninos, él pudo entender lo que significa cuidar de un animal cuando era grande. Finalmente, “me pude hacer cargo de mi primer perro, después lo tuve a Toretto, el labrador que lo acompaña en su trabajo diario, y a todos los amigos caninos que vinieron después, es decir que terminé cuidando perros que no eran míos”, agregó León.
Al ser consultado por su relación con los animales, Sipes aseguró que le gustan todos los tipos de animales, pero “sobre todo los perros y los caballos porque son compañeros del hombre hace millones de años y siempre tuvieron esa conexión de ir juntos, como una ayuda para el hombre y por eso es que me gusta, creo que se complementan un montón”, enunció.
Para el protagonista de la historia, el perro es más que una compañía, “es un vínculo muy grande el que se puede llegar a generar, tanto que forma parte de uno mismo, como una extremidad desde uno”, expresó.
Además, León entiende que una relación con un perro “va a ser de puro amor infinito y sin condiciones de absolutamente nada, ya sea por problemas de plata, vivienda o por nada. Va a ser un amor plenamente incondicional y por eso es que admiro tanto”, ya que “con las personas es posible que eso no llegue a pasar al cien por ciento”, afirmó.
En la manada de León, todos son amigos. Cada uno tiene sus propias características, los perros “son todos distintos, pero nos llevamos bien y si hay alguno que se hace el loco va a tener las consecuencias. Por ejemplo un bozal o alguna penitencia”, sentenció el hombre.
Por último, León contó que está en búsqueda de un centro recreativo canino en Capital Federal para poder llevar a la manada y que se diviertan todos ahí. Además, en la fiesta de Año Nuevo se va de vacaciones a la playa y lleva a su manada. “Capaz sumemos alguna fecha, algún fin de semana largo, pero tengo que llenar el cupo”, concluyó.
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