Desde hace tres días que no hay rastros de Sheila Ayala, la niña de 10 años estaba jugando en la puerta de su casa, en el barrio de Trijullo, en San Miguel, cuando desapareció. A medida que avanza la investigación se desentrama una interna familiar con acusaciones cruzadas.
Esta mañana, la mamá de la menor habló por primera vez. La mujer se defendió de las acusaciones que apuntaban contra ella y contraatacó: "El padre sabe quién se la llevó y no me quiere decir".
El testimonio de Yanina contradice todo lo que declaró el papá de la niña. "Ellos (la familia del padre) dicen que Sheila estaba jugando, que el portón estaba abierto y que una persona mayor se acercó y la llamó", contó su mamá y agregó: "Sheila le dijo 'tía' y se fue con esa persona, pero esa tía no existe".
Además, la mujer remarcó que su exmarido estaba borracho cuando sucedió todo y que, por eso, hizo la denuncia demasiado tarde. "Ella se perdió a las 11 pero avisó seis horas después", remarcó.
"Yo sospecho del padre y de la gente del barrio", aseguró Yanina. "La persona que se llevó a Sheila es alguien que el padre conoce", insistió.
La policía la busca casa por casa y rastrillan con perros la zona donde la vieron por última vez. Sin embargo, aún no surgió ni una sola pista. "Siento que mi hija sigue con vida", dijo Yanina y pidió: "La quiero encontrar".
