Los dos rinocerontes blancos estaban juntos en el Jardín Zoológico porteño desde la década del 90. El sábado pasado, Ruth murió, a los 24 años, por una infección generalizada. Gaspar quedó solo. Por ese motivo, para evitar que se enferme por la tristeza, en el Ecoparque le prestan especial atención y lo ayudan a que supere su duelo.
En un comunicado de Ecoparque informan que "se realizan observaciones continuas sobre Gaspar para monitorear su evolución luego del cambio en su estructura social". Además, continúan con "los trabajos de forrajeo" -repartir el alimento en el recinto de tal forma que el animal pueda encontrarlos por sus propios medios-.
Todo el trabajo está coordinado con las "áreas de parquización y nutrición, la poda y aprobación de vegetación para la alimentación".
Sin embargo, desde el parque cuidan que Gaspar se sienta acompañado. Por ese motivo, lo están estimulan para que socialice con sus cuidadores. Lo cepillan cada día, mediante un sistema de contacto protegido: "El cepillado diario es de gran importancia ya que así la vinculación y los lazos afectivos con sus cuidadores se fortalecen", afirman en el Ecoparque.
Ambos rinocerontes, iban a ser trasladados al santuario de SanWild, en Sudáfrica. Pero, por el momento "deberá ver la evolución de Gaspar antes de decidir una eventual derivación".
Ruth empezó a manifestar malestar y desarrolló un cuadro de diarrea y dificultad para respirar. Los veterinarios le hicieron análisis de sangre y de orina, y detectaron que tenía una infección. Fue tratada con antibióticos, una dieta especial y le suministraron un fluido por vía endovenosa. Aunque al principio mejoró, días después tuvo una fuerte recaída y, finalmente, falleció por una infección generalizada e irreversible.