Una estudiante universitaria de 25 años se encuentra internada en terapia intensiva en el Hospital del Quemado porteño con el 55 por ciento del cuerpo incinerado, luego de discutir por unas fotos de su celular con su novio, quien quedó detenido por tentativa de femicidio en un hecho ocurrido en la localidad de Berazategui, informaron hoy fuentes policiales.
El hecho ocurrió el domingo último al mediodía en una casa ubicada en las calles 116 y 24 del citado distrito de la zona sur del Gran Buenos Aires.
Las fuentes precisaron a Télam que todo comenzó cuando la víctima, identificada como Mónica Garnica Luján (25), estaba en el inmueble junto a su novio, Ángel Saracho (25), con quien tenía tres hijos de entre 2 y 7 años, los cuales en ese momento no estaban en la casa.
La pareja comenzó una discusión y culminó cuando él le prendió fuego a sus prendas de vestir.
Según las fuentes, Garnica fue trasladada de urgencia al hospital Evita Pueblo, cuyos médicos determinaron que tenía la mitad de su cuerpo quemado.
Una fuente con acceso al expediente dijo a Télam que la joven, de nacionalidad boliviana, sufrió quemaduras de primer y segundo grado en el rostro, en el pecho los brazos y las piernas, por lo que esta mañana fue derivada al Instituto del Quemado de Capital Federal, donde quedó internada en coma inducido.
En tanto, Saracho fue aprehendido por efectivos de la comisaría 1ra. y quedó imputado por el delito de "homicidio calificado por la relación de pareja en grado de tentativa".
"Mónica lo había denunciado por violencia de género pero él la amenazó para que retirara la denuncia porque en 2018 iba a estudiar para ser policía", aseguró a Télam la abogada Claudia Perugino, representante de la familia de la víctima.
En primera instancia, Saracho se negó a declarar ante la fiscal de la causa, Gabriela Mateos, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 descentralizada en Berazategui, Departamento Judicial Quilmes.
La funcionara judicial pidió la conversión de la aprehensión en detención que fue concedida este miércoles por el juzgado de garantías en turno.
Por último, los investigadores no encontraron ningún elemento de combustión en la casa y se sospecha que Saracho lo pudo haber descartado antes de su detención.
"Era común que ella apareciera con moretones, siempre pedía ayuda o gritaba por los golpes que le propinaba, le llegó a romper cuatro teléfonos celulares, típico violento", concluyó Perugino.
