Por Dario Doallo (ddoallo@larazon.com.ar)
Oficio es la palabra que elige una y otra vez Darío Grandinetti para describir su trabajo como actor, con el cual comenzó a soñar hace años en su Rosario natal.
"A lo único que aspiraba era a poder vivir de esto. Y desde ese deseo primario a mi realidad hay una distancia enorme. Yo no me planteaba hacer películas. Lo veía como algo muy lejano. No había nada de esto en mis sueños", cuenta Grandinetti y agradece la oportunidad que brindan los diarios de poder entablar una conversación algo más extensa y alejada de los chimentos, algo -según él- imposible de encontrar en los ciclos televisivos. "Me niego a hablar de mi vida o a opinar de otros para que vengan a ver mi película. Ese es un límite. En tele no hay ningún programa que hable de la tarea del actor, del oficio, no existe".
En esa ocasión, la excusa para la entrevista es el estreno de "Te esperaré", la nueva película de Alberto Lecchi, que llegará a las salas el 2 de noviembre. Pero Grandinetti, que realizó antes la promoción del film porque luego partió a Barcelona a rodar junto a la española Belén Rueda, direcciona la charla hacia la reflexión sobre el rol del actor.
¿Cómo te hace sentir que te sigan convocando para tantos proyectos?
Yo sé que esto es una rueda, que a veces tenés más trabajo que otras. Y que esto suele medirse por la cantidad de entradas que se venden y eso afecta tu continuidad de trabajo. Suele afectar más tu continuidad de trabajo la falta de venta de entradas que la venta de entradas. ¿Se entiende? Como en la vida, uno sufre más los malos momentos que lo que disfruta los buenos.
¿Con la edad no aprendiste a disfrutar más de la buena?
Sí, yo disfruto mucho. Aprendí todo eso y por eso también disfruto la mala. Hago una película y si después el resultado final no es el esperado o no funciona no me arrepiento de haberla hecho. Yo disfruto mucho de hacer este trabajo, de actuar. A mí lo que me rompe los carozos son algunas cosas periféricas. Por ejemplo, tener que irte a otro país, estar lejos de los tuyos... pero cuando actúo me apasiono, me meto y disfruto. Me gusta honrar este oficio. Nosotros hacemos algo que hemos elegido, que tiene sus dificultades, pero cuando tenés la posibilidad de trabajar es una situación de privilegio.
¿Muchos colegas tuyos comparten esta forma de ver la actuación?
Más o menos. Hay colegas que se quejan porque los sábados tienen que hacer dos funciones. ¡Hijo de puta! Agradecé que viene gente para hacer dos funciones. Si vas al teatro sin ganas, dedicate a otra cosa hermano. Vamos a honrar este oficio que elegimos. Es una postura esa de quejarse porque te va bien y que es agotador este oficio. Agotador es levantarte a las cuatro y no tener guita para morfar.
¿En algún momento de tu carrera te encontraste en esa postura de "actor sufrido"?
Sí, me sentía así... Estaba haciendo cine, tele y teatro y me quejaba. ¡Un boludo! Porque nadie me ponía un revólver en la cabeza para trabajar. Pero bueno, tiene que ver con esto de querer darle una importancia mayor a la que tiene este oficio. En ese sentido coincido con Javier Daulte, que dice que el teatro no tiene que servir para nada. Si vos hacés teatro pensando que va a servir para algo, cagaste. Que después a mucha gente le sirva, incluso a uno mismo, es otro tema. Yo no tengo que sentarme a escribir pensando que voy a cambiar el mundo, o sentir que con una interpretación le voy a enseñar la vida a un espectador. Eso es una pelotudez.
¿Qué te mueve para seguir? ¿Qué esperas de este oficio?
Disfrutar y no mucho más. Como dije, arranqué en esto con pocas expectativas y las superé ampliamente. De modo que mi objetivo sigue siendo crecer, encontrar un buen personaje, una buena obra de teatro... Yo a esta altura ya sé que me cuesta mucho más hacer algo que no me guste mucho. Antes la remaba más. Ahora tengo que tener muchas ganas de contar ese cuento para hacerlo. Pero esa es la dificultad o el desafío a vencer, pero después nunca me planteé esto en términos de carrera. Nunca pensé en qué me convenía hacer para crecer o hacer determinada nota y así sumar popularidad. Eso no es lo mío.
"Te esperaré" aborda la temática de la relación padre-hijo, en más de una generación, y en el marco de una historia política con suspenso y tensión dramática que esconde profundos secretos e intrigas. En el film, Darío es Ariel Greu, quien intenta que su hijo (interpretado por Juan Grandinetti) no continúe con su idea de reconstruir la historia de su abuelo, Miguel Creu, un ex montonero desaparecido en la última dictadura militar. "Como soy padre, siento que es más problemático para mi personaje la relación con su hijo, que esa cuenta pendiente que le quedó con el padre, que es el motor de la película", cuenta Darío el argumento de la película, además de agradecer una nueva oportunidad de trabajar con su hijo, como así también que el cine regrese sobre esta temática: "La película habla de algo que mucha gente no quiere escuchar, no quiere ver y a otras nos resulta interesante. Digo esto sabiendo que no quiero cambiarle la vida a nadie, pero a la vez siendo consciente que ocupo un lugar que a cierta gente le interesa saber qué pienso de determinadas cosas. Pero no es mi obligación. Lo hago porque me nace, porque no lo puedo evitar".
Hablando de eso, ¿qué opinás de todo lo que está pasando en el INCAA?
Hace unos meses echaron a (Alejandro) Cacetta y salimos a decirlo y nos trataron de exagerados. Y ahí está. Vienen por el INCAA, por la cultura. No les importa, quieren arrasar con todo eso. El INCAA va a ser un banco. Te va a dar la guita y la vas a devolver con altos intereses, y los únicos que lo van a poder hacer son las grandes productoras, nada más. En 2019 no sé cuántas películas vamos a tener. Nadie podrá filmar.
https://www.youtube.com/watch?v=wP2V30U2C3M
Grandinetti sostiene que los temas del film “Te esperaré”, los juicios a represores, las desapariciones forzadas, las consecuencias de la dictadura; son temas “pocas veces tocados por el arte”. “Está instalado eso de ‘otra peli de los 70’ y la verdad es que no se recuerdan muchas. Aparte es un tema que no cerró, y hay mucho más para contar”.