Por Dario Doallo (ddoallo@larazon.com.ar)
El arranque de "¡Madre!" es prometedor. El film protagonizado por Jennifer Lawrence y Javier Bardem, que hoy llega a las salas, transcurre en su totalidad en una vieja y enorme casa en medio del campo, la cual habita un poeta (Bardem) en plena búsqueda de inspiración y su joven mujer (Lawrence), quien se encarga de reconstruir poco a poco, y con el fin de revivir los impulsos creativos de su marido, la casa luego de un devastador incendio. La cámara sigue constantemente y con inquietos primeros planos el bello rostro de Lawrence, quien deja ver que la situación está próxima a volverse cada vez más oscura.
Y así sucede, porque una pareja irrumpe en la casa y todo se empieza a poner más inquietante. Ed Harris y Michelle Pfeiffer son los extraños visitantes que llegan con aires de okupas y generan que la película crezca en intensidad, suspenso, algo de humor y terror. Sin embargo, luego de esta situación, la película cae en una fuerte confusión y en una seguidilla de inexplicables acontecimientos alegóricos que tienen como objetivo la búsqueda de reflexión sobre numerosos y diferentes temas (la pérdida de la inspiración, el rol de un artista ante un éxito, la fama, la voracidad de los fans ante sus ídolos, el fanatismo religioso, el matrimonio, la maternidad) pero que -producto de la confusión y la sobreabundancia- no llegan a su objetivo.
"Desde que Darren me dio el guión y me habló sobre varias metáforas y alegorías me quedó claro que la historia funciona a muchos niveles, y que se pueden hacer varias lecturas. Eso me parece fascinante, es un trabajo muy valiente y arriesgado", señaló, al respecto, la ganadora del Oscar por "El lado luminoso de la vida" (2012). Lawrence se vio en la obligación de salir en defensa del film ante las críticas dispares que recibió en el Festival de Venecia, donde se presentó, y el poco apoyó del público en los Estados Unidos, donde fue eclipsada por el boom de "It" (Eso). "Hay que discutir los temas que trata incluso previo a verla para que la gente se dé una mejor idea de lo que verán", avisó la joven que alcanzó fama mundial con la saga de "Los juegos del hambre".
El creador de "¡Madre!" es Darren Aronofsky, pareja de Lawrence y poseedor de una carrera con picos muy altos y otros bajos. Por un lado, sobresalen "El cisne negro" (2010) y "El luchador" (2008); y por el otro se puede nombrar a "Noé" (2014) y "La fuente de la vida" (2006). "Queríamos hacer un film punk que te asalte, y la razón por la cual quería eso era porque estaba triste, sentía angustia y quería expresarla", explicó el cineasta, que agregó: "Siento que las cosas se están cayendo a pedazos y que era momento de empezar a gritar".
Bardem, que logra un buen papel en la piel de un atormentado artista que tiene como único objetivo volver a crear, sentenció que el film es una "alegoría con muchas lecturas", pero el español se queda con la religiosa. "La que más me interesaba a mí era el nacimiento de la religión como un culto y cómo la religión más bien nos divide, no nos une. Y en nombre de la religión se mata y se producen las mayores atrocidades. Eso está en la película. Independientemente de la religión que sea", expresó el actor al que pronto se lo verá como Pablo Escobar en "Loving Pablo" y actualmente graba junto a su mujer, Penélope Cruz, y Ricardo Darín su próxima película en Madrid, dirigida por el iraní Asghar Farhadi.
No hay que bajarle el pulgar rápido a “¡Madre!” pero sí hay que conocer algo de lo que se va a ver y estar preparado para salir del cine -bastante- confundido.
Como aliciente está Lawrence, a quien siempre vale la pena ver en pantalla grande y más cuando se nota que un director está obnubilado con ella, aunque con eso no alcance.
https://www.youtube.com/watch?v=hXWaiBhZpgI