Marisela Pozo es la protagonista de la historia. El 17 de marzo del año pasado la mujer salió de su casa en medio de un ataque de pánico, caminó 10 cuadras descalza y buscó refugio en un quiosco. Pero rompió un vidrio y el dueño del negocio, con otros dos vecinos, en lugar de ayudarla la torturaron durante tres horas. Casi un año y medio después, los tres asesinos fueron sentenciados a un año de cárcel en suspenso en un juicio abreviado.
La golpearon con fierros, la arrastraron por la calle, la ataron a un árbol y cuando se cansaron, la dejaron abandonada al costado de las vías del tren Belgrano Sur, en la localidad bonaerense de Laferrere. Luego, Marisela fue internada y murió tres días después.
Por un acuerdo entre la fiscalía y la defensa, los tres imputados seguirán libres, como lo están desde el 14 de julio del año pasado cuando la carátula cambió de homicidio simple a homicidio preterintencional.