El viernes 12 de junio Marcia Tranol se despertó congestionada. Si bien no tenía fiebre, tos ni había perdido el olfato, decidió consultar a una colega y suspendió su trabajo con pacientes en el consultorio de Olavarría donde realiza Diagnóstico por Imágenes. Al día siguiente, a la médica le tocaba trabajar en el Hospital Pintos pero por precaución decidió quedarse en su casa. El sábado 13 por la noche habló con una doctora de Olavarría, que le dijo que estaban buscando el nexo epidemiológico de un positivo por coronavirus, y que ella era "caso sospechoso" y debían realizarle hisopado.
"Después de ese llamado no pude dormir. El domingo 14 me levanté, estaba sin olfato y ya me di cuenta que era positivo. Estaba emocionalmente devastada. A la medianoche me confirmaron que era positivo", relata Marcia en diálogo con Vía Azul, y confiesa que si bien el lunes se levantó de buen ánimo, estaba muy sensible y movilizada por la noticia.
"Ese mismo día me propuse no mirar atrás y sacar algo positivo de lo que me estaba pasando y debía ser una comunicadora", relata la médica.
Vía Azul: ¿Cómo te sentiste cuando te enteraste que tenías coronavirus?
Marcia Tranol: Tengo un grupo de amigos que son de fierro, que son parte de mi familia. Creo que la situación me afectó más porque estoy sola en mi casa. Pasarlo sola, en principio, no ayuda. Creo que por eso estuve devastada emocionalmente porque sintomáticamente estoy perfecta. Los primeros con los que hablé fue con mi hermana y mi cuñado, y cuando supe que era positivo lo puse en mi grupo de amigos. Cuando se fueron enterando los del grupo de trabajo me llamaron un montón de personas, me sentí super acompañada. No recibí nunca un mensaje directo con otro sentido, siempre fue de apoyo y de acompañamiento. Todos me desean mi recuperación, yo ya digo que estoy prácticamente recuperada porque no tengo síntomas, y ayer recuperé mi olfato.
VA: ¿Cómo fue que los medios hablaran del caso positivo de un profesional de la salud?
MT: Preferí no leer notas, ni ver el noticiero, solo me fui enterando cuando mis amigos me mandaban cosas por WhatsApp. Preferí protegerme y no leer nada.
VA: ¿Por qué decidiste hablar públicamente y no mantenerte en el anonimato?
MT: Porque sentí que hay mucho desconocimiento sobre el tema y tenía que aclarar algunos aspectos. Que no había estado en Azul durante nueve días consecutivos desde el 5 de junio y que no tuve contactos estrechos acá porque estuve en Olavarría. Tengo a mi hermana y mi cuñado que son médicos, mi hermana gemela es pediatra y trabaja en el Hospital de Niños y nos confunden mucho. Mi cuñado decidió asumir la responsabilidad de no concurrir a su trabajo en Azul por la duda que se generó cuando muchos de su entorno se enteraron de que la primera médica infectada en la ciudad había sido su cuñada. Mi cuñado tomó solo una decisión solo de prevención ya que al no ser mi contacto estrecho no era obligatorio suspender mi su trabajo en Azul. Y por último, salgo a hablar para dar un mensaje de tranquilidad principalmente a la sociedad de Azul. Percibo un miedo generalizado y no debería ser así. Si bien es un virus que se contagia muy fácilmente para el contagio se necesita que ocurran varias cosas, una de ellas, lo más importante es estar sin protección entre dos personas y perder el distanciamiento entre ambas. Yo me contagié en mi trabajo, creo que fue un descuido al tener de alimentar o tomar líquidos en un espacio reducido. Quiero que sepan que siempre actué con responsabilidad ante la atención de mis pacientes y con toda la protección que los médicos sabemos y debemos utilizar. Mis sentimientos de remordimiento, culpabilidad y de pensar a cuantos contagié eran inevitables.
VA: Esta vez te tocó estar del lado del paciente, ¿cómo viste el trabajo de tus colegas que pelean contra el coronavirus?
MT: El trabajo que hacen los comités de crisis es increíble, están laburando 24 horas al día y se rompen la cabeza buscando los nexos epidemiológicos. Tienen sus celulares a disposición de los que estamos infectados, no descansan y es un laburo difícil.
VA: ¿Por qué crees que se desbordó tanto la situación en Olavarría?
MT: Yo creo que hay muchas personas que rompieron reglas, que hay mucho movimiento de personas que van a Buenos Aires, vuelven y no se aíslan. Creo que se relajaron un poco, pero no culpo a nadie porque esto pasa en muchas ciudades, y entiendo a las personas porque es cansador estar encerrado. Creo que pasó eso en Olavarría, nos descuidamos, nos relajamos. Hablo en plural porque me siento parte de la sociedad. Al igual que Clarisa (la otra médica azuleña contagiada), en cada lugar tengo un equipo de protección, o ropa o máscaras, que usamos en diferentes lugares para no estar llevando o trayendo.
VA: Acabas de nombrar a Clarisa, que es la segunda médica con COVID-19 en Azul, ¿qué sentiste al leer su carta en Facebook?
MT: Ella me la mandó antes de publicarla, y creo que la escribió haciendo catarsis de lo que le estaba sucediendo y le salió perfecto porque tuvo muy buena repercusión y viralización. A ella la hisoparon un día después que a mí y traté de acompañarla en el proceso que estaba viviendo.
VA: ¿Con Clarisa son amigas?
MT: Somos buenas compañeras y quizás esto nos unió un poco más. Ella empezó a trabajar en nuestro consultorio privado de Olavarría, es parte del staff, y hace la parte de los pediátricos. Empezó a trabajar allá el año pasado con nosotros. Mucho no nos cruzábamos y en realidad con esta situación quizás nos hicimos más amigas, más compañeras y nos unió aún más.
VA: ¿Qué te gustaría decirle a los azuleños?
MT: Tres cosas que son fundamentales y pilares en esta pandemia: que usen el tapabocas siempre que estemos fuera de nuestras casas, que es fundamental mantener la distancia entre personas y que es importante lavarse las manos o usar el alcohol en gel. Tratemos de no romper reglas, es lamentable esto que nos pasa como sociedad el estar aislados y no ver familias y amigos, el encierro mata, pero cumplir con lo que nos piden del aislamiento ayuda. Y de alguna manera, hay que pasarlo. En algún momento nos vamos a volver a juntar, a tener la vida que llevábamos antes, hay que tener paciencia. Yo no rompí reglas, trabajé y voy a seguir trabajando con mucha responsabilidad. Capaz fue un descuido que nos puede pasar a todos. La responsabilidad es de cada uno, la gente no tiene que tener miedo de decir puedo ser un caso sospechoso, hay que decirlo para ayudar a aislar al resto y cortar el contagio. Eso es lo importante, porque por tener miedo se quedan y no lo dicen.