Este miércoles pasado el volcán Kilauea de Hawaii empezó a entrar en erupción por primera vez desde mayo pasado y arrojó lava en el Parque Nacional de los Volcanes de Hawaii.
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Los funcionarios del lugar llevaron tranquilidad a los residentes cercanos, haciéndoles saber que por el momento no existe peligro. De todos modos, confirmaron que la erupción estará continuamente monitoreada.
Aumento en las lecturas sísmicas
Esto lo registró el Observatorio de Volcanes de Hawai del Servicio Geológico de EE.UU. (USGS). Asimismo, explicó que habían aumentado su nivel de alerta en la vigilancia, después de saberse sobre este incremento en las lecturas sísmicas.
“El aumento de la actividad sísmica y los cambios en los patrones de deformación del suelo en la cumbre del Kilauea comenzaron a ocurrir aproximadamente al mediodía del 29 de septiembre de 2021, lo que indica un movimiento de magma en el subsuelo”, dijeron desde el observatorio.
También detallaron que a través de cámaras web del propio observatorio, pudieron detectar un brillo dentro del cráter del Kilauea. Esto se produjo alrededor de las 15:20 h (hora local), indicando de esta manera el comienzo de la erupción.
Antecedentes
Ya desde el mes pasado se habían registrado aumentos en la actividad sísmica. Esto hizo que el observatorio aumentara el nivel de alerta del volcán, pasando de “aviso” a “observación”.
Incluso se produjo una erupción del Kilauea en diciembre de 2020. Allí las autoridades les pidieron a los residentes que permanecieran en sus hogares, con el fin de evitar la exposición a nubes de ceniza.
Uno de los antecedentes más destructivos del volcán se dio en el 2018, cuando una erupción obligó a los lugareños a evacuar y terminó destruyendo más de 700 hogares.
Según David Phillips, uno de los científicos a cargo del observatorio, informó a CNN que: “Justo después de la medianoche, comenzamos a tener un aumento en la actividad sísmica y los enjambres sísmicos”.
Y agregó que la erupción se encuentra en su totalidad dentro de los límites del parque, no existiendo por el momento amenaza actual hacia las vidas de las personas y las distintas infraestructuras.