La caída generalizada del consumo por la crisis económica no impacta a todos los rubros por igual. Las compras online, las farmacias y las grandes cadenas de supermercados son algunos canales de venta que registran crecimientos en los volúmenes vendidos durante el primer bimestre del año.
Por el contrario, los comercios de cercanía o autoservicios independientes (entre ellos los chinos), donde los consumidores se abastecen de alimentos y productos de higiene, no logran revertir los números negativos, según Clarín.
Según datos de la consultora Scentia, las ventas en los autoservicios cayeron un 12,1% en enero y febrero, y los mayoristas descendieron un 5,2% en el mismo lapso. En cambio, las ventas por Internet crecieron un 173,5% y las farmacias aumentaron sus volúmenes en un 6,1% en el mismo período.
Los datos del e-commerce surgen de las ventas online de las cadenas de supermercados, los grandes jugadores de la categoría farmacias y las perfumerías con presencia en plataformas de comercio electrónico. Para relevar el canal farmacéutico, la consultora mide las ventas en las principales cadenas y farmacias independientes del país sobre un universo de 14.000 negocios.
El inevitable paso de los consumidores por las farmacias para proveerse no solo de medicamentos sino también de insumos insustituibles (como los barbijos y el alcohol en gel, entre otros) potenciaron las ventas de este canal.
Esto fue así aún cuando la curva de los precios promedio en estos locales pasó del 36,1% al 64% entre enero y febrero de este año, según los registros de la consultora. De todas maneras, lo que más creció fueron los medicamentos, que representan el 80% de la facturación en estos comercios.
Por otra parte, la explosión del comercio electrónico también obedeció al aislamiento en los hogares frente al temor de los contagios y a la necesidad de canalizar las necesidades de aprovisionamiento de una manera más segura. En este sentido, el 2020 fue un año de quiebre en el que millones de nuevos usuarios compraron online por primera vez.
Los registros positivos de las farmacias tienen que ver en parte con una base de comparación muy baja respecto del año pasado, ya que incluso antes de la pandemia venían cayendo.
En cuanto al resto de los canales, los supermercados vienen peleándola porque tienen un diferencial de precios mejor que los negocios de barrio, debido a que logran una mejor negociación con sus proveedores.