Fabián Tablado, el femicida de Carolina Aló fue nuevamente noticia al violar la perimetral que le prohíbe pasar a menos de 500 metros de la oficina de Edgardo Aló, el padre de la víctima. Tablado había recuperado la libertad a principio de este año, tras cumplir 24 años de prisión por “homicidio simple”, ocurrido en 1996, cuando asesino a Carolina de 113 puñadas.
El femicida fue interrogado por el delito de “desobediencia”, tras ser captado por una cámara de seguridad junto a sus dos hijas, a quienes también tiene prohibido ver y sin la tobillera electrónica que debe llevar. A Tablado por sus acciones recientes le correspondería una pena de entre 15 días y un año de prisión.
El fiscal Diego Callegari confirmó que Tablado “va a quedar detenido. Provisoriamente quedará alojado en la comisaría de Pacheco” ya que “se le imputa haber desobedecido dos órdenes judiciales con un mismo hecho”, detalló.
En este marco, el funcionario puntualizó que “no es justo que el señor Edgardo Aló, encima del calvario que sufre a partir del asesinato de su hija, tenga que estar encerrado sufriendo porque Tablado infringe las leyes y su tranquilidad”. A su vez, Callegari señaló que Tablado dijo ignorar el domicilio laboral del señor Aló, “pero la investigación llevada adelante marca que está desvirtuado ese desconocimiento”.
La fiscalía va a ser severa
Refiriéndose a la posible condena, el fiscal señaló que a Fabián Tablado le corresponderían entre 15 días y un año. “Tenemos 15 días prorrogables por otros 15 días para pedir la prisión preventiva, pero la pretensión de esta fiscalía va a ser severa”, describió el funcionario, quien aseguró que el femicida “nunca se mostró arrepentido”.
En este sentido, indicó que “el desapego a la norma es tal que con una conducta (el femicida) violó dos normas del código penal”, en relación al incumplimiento de la perimetral sobre el padre de Carolina Aló y la prohibición de ver a sus hijas.
“No hizo nada malo”, dijo la madre
La madre de Fabián Tablado, María Esther Gallardo aseguró que su hijo “no se merece lo que le está pasando” y que el papá de la joven asesinada “le tiene miedo” pero no sabe “de qué”. “No hizo nada malo, solo llevó a sus hijas a tomar un helado”, manifestó la mujer en la puerta de la Fiscalía de Violencia de Género de Tigre, donde su hijo fue indagado.
El juez avaló el pedido de detención que la semana pasada había formulado el fiscal de Rincón de Milberg, Sebastián Fitipaldi, en orden del delito de “desobediencia”. Fue porque el 19 de octubre pasó caminando a 150 metros del lugar de trabajo de Edgardo Aló. Los efectivos lo arrestaron en su casa de Albarellos 348, en San Isidro, donde hace 24 años mató a su novia de 113 puñadas.
“Yo vivo a tres cuadras del puente y el señor Aló trabaja a 150 metros de ahí. No fue una intención mala”, se excusó Tablado, quien explicó que ese día se reencontró con sus hijas mellizas, a quienes no veía desde que recuperó la libertad y detalló que iba con ellas a tomar un helado “con la supervisión” de su exsuegra.
