Durante la última semana, el número promedio de casos positivos de coronavirus entre los porteños fue de 863. Lo curioso es que la cifra no afecta la ocupación hospitalaria ya que la mayoría de los contagios se está dando entre la población joven. El problema es que refleja un relajamiento en los protocolos y cuidados producto de las celebraciones y encuentros sociales.
Tal es así que la curva de contagios de coronavirus continúa su progresivo ascenso en la ciudad de Buenos Aires. Incluso el R0 (R Cero), el índice de contagiosidad del virus, ahora está por encima de 1, cuando hace unos meses se encontraba muy por por debajo de ese número.
La paradoja es la siguiente: mientras en las redes sociales se suceden fotos y videos de fiestas clandestinas y reuniones multitudinarias sin cuidados, las filas en las unidades febriles de los hospitales se extienden. Ahora, la mayor tasa de positividad se da entre jóvenes y adolescentes.
Un vocero del Ministerio de Salud porteño contó a Clarín: “Tanto nuestros equipos de rastreadores como las investigaciones epidemiológicas de los últimos días nos indican que los nuevos casos se ven cada vez más en jóvenes”. Y precisa: “Aún no tenemos estadísticas más generales para comunicar. Las más recientes podrán ser difundidas recién el miércoles, en conferencia de prensa”.
Tal como refleja el sitio web covidstats.com.ar, a cargo de Mauro Infantino, en el último mes las franjas de pacientes de entre 25 y 35 años aumentaron y se ubicaron primeros entre el resto de los grupos etarios. Siempre solieron ser mayoría, pero ahora esa mayoría es mucho más contundente. Por ejemplo, el jueves 31 se reportaron en la ciudad 1.405 casos positivos. Cerca de 900 contagios se dieron en personas de entre 20 y 49 años. De ese total, 339 tenían entre 20 y 29 años.
“En estos días, hay más circulación comunitaria del virus”, admitió el vocero del Ministerio de Salud de la Ciudad. Y agregó: “Se había conseguido ubicar el R0 por debajo de uno, pero ahora está por encima de 1, es decir, los contagios van en ascenso”.
“Dos semanas atrás estábamos con una media móvil de 300 casos diarios, y en diez días pasamos a 600”, precisó. Dado que los fines de semana y feriados hay menos testeos y menos gente recurre al sistema de salud, se usa como referencia la media móvil de los últimos siete días, a fin de tener una visión más exacta de cómo evoluciona la curva y observar tendencias.
En los últimos siete días el promedio diario de casos fue de 863 sólo en residentes. A su vez, la positividad actual es del 30,8%, según el último parte diario de la cartera sanitaria de la Ciudad. Ese es el índice medido entre los 996.998 testeos hechos con PCR en territorio porteño. Médicos que trabajan en Unidades Febriles de Urgencia (UFU) sostienen que en algunas la positividad llega al 40%.
El aumento preocupa aunque, de acuerdo al vocero del Ministerio de Salud porteño, “por ahora no tiene impacto en la ocupación hospitalaria porque no se trata de pacientes leves, moderados ni graves. El sistema de salud no tiene el estrés que se registró en otro momento, donde gran parte de los casos se internaba”. Según datos oficiales del 1 de enero, los pacientes con casos graves de Covid-19 ocupan un 22,8% de las camas de su sector, mientras que los moderados acaparan un 13,9% de las disponibles en el área correspondiente, y los leves, un 4,6%.
El bajo impacto en el sistema hospitalario se debe a los siguientes factores: la cantidad de asintomáticos, el hecho de que el virus está afectando a segmentos más jóvenes con menos impacto en su salud y a que se aprendió más sobre la enfermedad facilitando determinar mejor cuáles son los casos para internación y cuáles no”.
Segunda ola
“No terminamos de entender por qué se adelantó tanto esta segunda ola, que la mayoría esperaba para el final del verano, pero seguramente el relajamiento de cuidados y restricciones sin dudas ha tenido que ver. Sobre todo el aumento en la frecuencia de las reuniones y la cantidad de personas que participan de ellas, así como el contexto en el cual se dan”, explicó Rodrigo Quiroga, bioinformático e investigador asistente en el CONICET.
El especialista brindó ejemplos: “Cuando participan más de diez personas en una reunión, y las personas se reúnen muy frecuentemente, se multiplican enormemente las probabilidades de contagio de esas reuniones. Ni hablar si es puertas adentro y sin uso de barbijos”.
En estos días preocuparon las imágenes de los festejos de Navidad y fin de año en plazas y parques, con miles de jóvenes sin distancia social. Es a esa franja etaria, especialmente comprometida en este rebrote de contagios, a la que los infectólogos dicen que hay que dirigirse.
El especialista del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Eduardo López, explicó a Télam: “El mensaje que uno debería dar a los jóvenes es, en primer lugar, que estar al aire libre no evita la enfermedad, la disminuye pero no inmuniza; en segundo lugar, tratar de evitar las aglomeraciones y respetarse a sí mismos y a los demás, con el uso del barbijo”. Y subrayó que usarlo debajo del mentón y de la nariz es como no usarlo.
Por ahora, el Gobierno porteño no tiene en carpeta nuevas medidas restrictivas ante el nuevo escenario, pero sí se sabe que volverá a evaluar la situación entre el 8 y el 10 de enero. Según fuentes oficiales, en la reunión entre el presidente Alberto Fernández, el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, también se acordó encarar campañas de concientización para que la gente se cuide.
Quiroga sugiere algunas medidas que podrían tomarse y que no necesariamente implican una nueva cuarentena estricta: controlar más las fiestas clandestinas y finalizar todas las actividades desde las 20 durante la semana y todo el día los fines de semana. “Lo del horario es simplemente por una cuestión sociológica: permite un control mucho más simple -explica Quiroga-. Si a cierta hora todo debe cerrar, es más fácil controlar y sancionar, y de alguna manera también resulta un sacudón de realidad para la sociedad. La pandemia no terminó, estamos en problemas nuevamente”.
El móvil sanitario del operativo DetectAr sigue circulando por la Ciudad. Su parada actual está en la avenida Callao al 600, en el límite entre los barrios de Balvanera y San Nicolás. Hasta el momento, se testeó a 205.465 personas con ese operativo, de las cuales el 26,7% dieron resultado positivo.
A su vez, en cada territorio donde recaló el programa, quedan agentes sanitarios y centros de testeo, los cuales funcionan todos los días de 9 a 15. Allí cualquier vecino que haya tenido contacto con algún caso positivo de Covid-19 puede acercarse de forma espontánea, con tres horas de ayuno, para hacerse el test.