Este miércoles por la madrugada un grupo de hombres armados asaltaron la residencia del presidente de Haití, Jovenel Moise, en el barrio Pelerin de Puerto Principe. En el hecho fue asesinado el mandatario y resultó herida la primera dama, Martine Moise, en medio de una crisis política y la grave ola de violencia en la capital del país.
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El asesinato se produjo a dos meses de las elecciones presidenciales y legislativas convocadas para el próximo 26 de septiembre, unos comicios en los que Moise no podía ser candidato.
Jovenel Moise llegó al poder en el año 2017, tras ganar los comicios generales en dos oportunidades debido a la crisis política en el país, y tenía su mandato vigente hasta 2022. El mandatario gobernaba por decreto desde hace más de un año ante la falta de un Parlamento electo.
El jefe de Estado era un empresario bananero nacido en el seno de una familia modesta y ligada estrechamente al campo, proveniente del distrito rural de Trou-du-Nord, en el departamento Nordeste de Haití.
Moise emigró con su familia en julio de 1974 a Puerto Príncipe, donde hizo sus estudios primarios y secundarios, y posteriormente estudió ciencias de la educación en la Universidad Quisqueya.
En referencia a la historia de éxito de sus empresas, entre ellas una de plantación de bananos orgánicos, que generó más de 3.000 puestos de trabajo directos y más de 10.000 indirectos, su campaña electoral tuvo como eslogan “Nèg Bannann Nan” (“El hombre banana”).
El presidente ofreció en su campaña cambiar el rumbo de Haití y lograr un Gobierno capaz de atender las necesidades de la población. “Soy alguien del campo (...), tenemos un país con tremendo potencial y tenemos grandes ideas para transformar este país”, expresó varias veces durante la campaña.
Advertencia sobre un golpe de Estado
En febrero, Moise también advirtió en una entrevista a el diario El País sobre un posible golpe de Estado en su contra. “Los oligarcas corruptos acostumbrados a controlar a los presidentes, a los ministros, al parlamento y al poder judicial piensan que pueden tomar la presidencia, pero solo hay una camino: elecciones”, indicó.
“El golpe de Estado no es un hecho puntual sino una secuencia de acciones. Hasta ahora los Gobiernos eran títeres de los grupos económicos, pero esto hoy esto no sucede y nuestras decisiones sientan muy mal a quienes se sienten poderosos e intocables. Un pequeño grupo de oligarcas están detrás del golpe y quiere apoderarse del país”, sostuvo.
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Con el objetivo de acabar con la violencia de las bandas armadas que recrudeció en la isla y dejó a más de 13.000 desplazados, hace solo tres semanas Moise pidió ante la ONU el apoyo internacional y la colaboración de todos los sectores de la sociedad.
“El país ha estado en un ciclo infernal de violencia durante los últimos 18 años. Un ciclo infernal de inseguridad. Y este ciclo, nos pone en una situación en la que todo el tiempo estamos obligados a apagar el fuego”, manifestó.
Moise aseguró que pidió al Ejército, que cuenta con unos 500 efectivos, que apoye a la Policía Nacional en su lucha contra las pandillas en el clima de inseguridad por conflictos territoriales entre pandillas y por las crecientes hostilidades del G9 an Fanmi e Alye, como se conoce a la asociación de las bandas más poderosas del país.
Tras el asesinato del presidente cierran el aeropuerto de Puerto Príncipe
Este miércoles después el asesinato del presidente de Haití, el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe fue cerrado. Varios vuelos programados con destino al aeropuerto de la capital haitiana han sido cancelados o desviados a otros terminales en terceros países.
Además dos aerolíneas que tienen rutas diarias a la capital haitiana cancelaron sus vuelos previstos para este miércoles.
El primer ministro interino, Claude Joseph llamó a la calma de la población y aseguró que la “situación de seguridad del país está bajo control” y condenó el magnicidio, que calificó como “un acto de barbarie”.