Hartos de ser el furgón de cola de los rumbos políticos que se establecen y se ajustan a las realidades de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires, un grupo de diputados de Propuesta Republicana (Pro) comenzó a trabajar, en silencio y a paso firme, en el armado de una corriente federal para consolidar la territorialidad y ganar protagonismo en la carrera presidencial hacia 2023.
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Es una cruzada para poner en valor la presencia en el “interior”, para evitar las miradas centralistas, para alejarse de la concepción que bien gráfica el dicho popular: “Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires”. Las gestiones toman un significado especial, sobre todo, cuando el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ya trabaja para nacionalizar su propuesta presidencial.
Según reconstruyó este medio, algunos de los legisladores más comprometidos con la tarea son Omar De Marchi (Mendoza), Alfredo Schiavoni (Misiones), Julio Sahad (La Rioja), Federico Angelini (Santa Fe), pero también están involucrados los diputados macristas de otras provincias, como Córdoba y Chubut.
Existen deliberaciones avanzadas, argumentos para defender la construcción y expectativas, sobre todo tras la victoria que logró Juntos por el Cambio (JpC) en las primarias. Incluso se pensó en denominar al incipiente espacio Pro Federal, “PROFE”.
“Nosotros entendemos que esta construcción es necesaria ante una posibilidad concreta de volver al poder, de poder ser gobierno, porque no podemos volver a cometer los mismos errores. Entonces, es una manera de garantizar que los armados políticos locales sean atendidos, sean considerados, que tengan un poco más de autonomía en las decisiones para que los cierres de listas no impliquen un conflicto con la visión porteña del asunto”, dijo a este medio uno de los dirigentes que encaró en la misión.
Es un camino paralelo a los movimientos de Rodríguez Larreta e incluso de la titular de Pro, Patricia Bullrich, quien incursiona en los territorios para acompañar candidatos y también para dejarle en claro al mandatario porteño que él no es el único interesado por la pelea presidencial de 2023.
El ex presidente Mauricio Macri se interiorizó sobre los avances. Lo hizo en una reunión que mantuvo el viernes con el diputado De Marchi, uno de sus laderos más fieles que sabe jugar fuerte para defender los intereses de Pro.
Los propulsores de PROFE esperan constituir un espacio frente a las avanzadas que se lanzan desde la Ciudad de Buenos Aires y que consisten en enviar emisarios a las provincias para intervenir en las estrategias y los armados.
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“Toda esa telaraña hay que desactivarla. No queremos que nos manden a nadie, a ningún operador con escasa calificación para decirnos cómo tenemos que movernos”, dicen los creadores de la rama federal del partido que fundó Macri.
Con el nuevo espacio se buscará ganar participación en la carrera presidencial pero también en los armados en otros ámbitos, como el parlamentario. “Va a haber un círculo de influencia importante con una fuerte impronta federal, y eso va a tener algún nivel de influencia en las decisiones que se tomen con respecto a las autoridades del bloque”, aseguran.
Las gestiones encuentran sentido también en la evolución de Pro, sobre todo, porque el partido nació y se fortaleció en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y, hasta 2015, con el único objetivo de llevar a Macri a la Presidencia. El macrismo quiere echar raíces, ampliarse con un modelo que integre las múltiples realidades territoriales.
Los diputados que están detrás de la movida saben que se trata también de un paso importante para garantizar la gobernabilidad a otro eventual presidente macrista.
Aunque PROFE ya tiene cierta forma, la vocación es avanzar con cuidado. Sus representantes tienen pensado reunirse antes de las legislativas de noviembre, pero la presentación formal no se hará hasta que termine el proceso electoral para “no contaminar” la campaña y evitar ruidos internos.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.