La esposa de Axel Kicillof, Soledad Quereilhac, publicó hoy en sus redes sociales un descargo después de que la escritora Beatriz Sarlo asegurara ante la Justicia que le ofreció vacunarse contra el coronavirus antes de tiempo. Así lo aseguró Sarlo al declarar en los tribunales de Comodoro Py como testigo en la causa que investiga el posible desvío de dosis de la Sputnik V.
“Mi esposa no ofrece vacunas, no se vacunó nadie de mi familia. Lo que titulan algunos medios es mentira y una campaña horrible y de odio hacia mi familia”, dijo por su parte el gobernador bonaerense. En declaraciones a TN, Kicillof detalló que después de participar de un acto con el Presidente “vi que habían títulos que decían que a Sarlo se le ofreció una vacuna por abajo de la mesa: es una campaña de desprestigio a mi esposa, porque nadie ofreció eso”.
Quereilhac, por su parte, publicó un extenso descargo en el que asegura que no tiene “la potestad de ofrecer vacunas a nadie”. “No soy funcionaria del gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Yo no fui vacunada aún y estoy esperando mi turno como todo el mundo. Ni mi madre, ni mi suegra, ni ningún familiar ni amiga o amigo cercano recibió tampoco la vacuna”, aclaró.
Y manifestó que no tiene ningún tipo de contacto con la escritora: “No tengo trato personal con Beatriz Sarlo desde 2004, año en que ella renunció a su cargo docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. No tengo su correo electrónico ni su teléfono”, dijo.
Luego la esposa de Kicillof explicó que en el marco de “intensos ataques a la vacuna Sputnik V” de la prensa, “Axel pensó en convocar 100 referentes de la cultura, el espectáculo, el deporte y otros ámbitos, todos mayores de 60 años, para sumarse a la campaña”.
“En ese marco, ayudé a Axel a pensar posibles nombres para esa lista de 100 referentes, que debía estar integrada, además, por personas de variada orientación política. Como trabajo en el ámbito de la cultura y la academia, entre los muchos nombres posibles, pensé en el de Beatriz Sarlo, cuyo reconocimiento es indiscutible, al igual que su total ajenidad al peronismo”, agregó.
Para finalizar, fue contundente con Sarlo: “A la luz de su autopercepción como una persona que “tiene ética”, sólo cabe esperar que se rectifique. Mientras tanto, sigo sin decidirme entre la pena por su enorme torpeza o el desconcierto ante su mala fe”, concluyó.