Este domingo, Israel dio el paso más importante de su desescalada post-vacunación, con la relajación de restricciones como la reapertura de cafés, bares y restaurantes, y el regreso a las aulas en universidades, entre otras medidas, que priorizan a quienes están inmunizados contra el coronavirus.
Con más del 50% de su población inoculada con al menos la primera dosis de la vacuna, los comercios gastronómicos podrán recibir a clientes que presenten el llamado “pase verde”, otorgado a quienes se hayan recuperado de COVID-19 o hayan recibido la segunda dosis hace al menos una semana. Quienes no presenten el certificado requerido para ingresar, podrán sentarse en mesas al aire libre. La ocupación no podrá superar el aforo del 75%.
También reabrieron los salones de eventos culturales, que no podrán superar el 50% de su capacidad. Al igual que en el caso de los locales gastronómicos, podrán ingresar únicamente quienes porten el “pase verde”, es decir, un porcentaje limitado de personas que presenten pruebas de coronavirus con resultados negativos.
Además de los estudiantes universitarios, también podrán regresar a clase los alumnos de entre 11 y 14 años que asistan a escuelas en las ciudades del país, catalogadas como “verdes” o “amarillas”, en base a sus bajos índices de contagios y vacunación, mientras que estudiantes de instituciones religiosas solo podrán volver a clase en tanto porten “el pase verde”.
Los lugares de culto también podrán recibir a fieles que presenten este certificado aunque en cantidades limitadas. Aquellos que acepten recibir a personas que no porten el “pase verde” tendrán límites más estrictos y no podrán albergar a más de 20 personas en el interior y a 50 en el exterior. Los estadios y auditorios podrán recibir grandes cantidades de gente, con límites de entre 500 y 1.500 personas dependiendo de su capacidad y de si son abiertos o cerrados.
Por último, las nuevas regulaciones también se extienden a la entrada y salida de pasajeros a través del aeropuerto internacional de Ben Gurión, que operó de forma muy limitada en los últimos meses y ahora podrá recibir hasta 1.000 ciudadanos israelíes al día, cifra que en los próximos días aumentaría a 3.000, según el avance de la emergencia sanitaria.
De esta manera. Israel elimina casi por completo las restricciones implementadas durante el tercer confinamiento, que se extendió durante seis semanas desde fines de diciembre y que se fue relajando lentamente desde mediados de febrero.
La veloz campaña de vacunación del país, con casi cinco millones de personas inoculadas por la primera dosis de la vacuna de Pfizer y casi cuatro millones también con la segunda, fue fundamental para tomar la decisión de flexibilizar.
En las últimas semanas, Israel, con poco más de nueve millones de habitantes, registró un marcado descenso en las cifras de contagios y de pacientes en estado grave. Actualmente, cuenta con poco más de 40.000 casos aún activos, de un total de 800.000 identificados desde el inicio de la pandemia.
Con información de EFE.