Boca Juniors resolvió el partido ante Newell’s Old Boys antes de los 20 minutos del primer tiempo con sendas conquistas del colombiano Edwin Cardona en una jornada enmarcada por los homenajes realizados a Diego Maradona, que vistió ambas camisetas, antes y en el entretiempo del encuentro disputado en la Bombonera, por la quinta fecha de la Zona 4 de la Copa que desde este fin de semana lleva el nombre del “Diez”.
La victoria “xeneize” se concretó a través de un tiro libre del colombiano sobre los 10 minutos y una buena acción individual por izquierda en la que dejó en el piso a Fabricio Fontanini y definió entre las piernas del arquero Ramiro Macagno.
Sin Carlos Tevez y con la mente también puesta en el partido ante Internacional, de Porto Alegre, suspendido la semana pasada justamente por el fallecimiento de Maradona, pero con la simultánea necesidad de ganar para encontrar un lugar en la Fase Campeonato, el conjunto dirigido por Miguel Russo fue en busca esos tres puntos imprescindibles desde ese pitazo inicial de Fernando Espinoza.
Y su objetivo se vio facilitado también por la endeblez defensiva del conjunto visitante, que no hizo pie cuando Cardona desarrolló todo su talento cerca del área, ni tampoco cuando Boca pretendió acercarse a Ramiro Macagno por los costados o manejando asociaciones entre el colombiano y Mauro Zárate. Claro que a estos recursos el dueño de casa también le sumó las subidas por izquierda de otro colombiano como Frank Fabra, que gambeteando también asoló a la defensa ñulista hasta dentro de su propia área.
La postura de Newell’s fue extraña para sus propias necesidades, ya que una derrota lo dejaba eliminado de acceder a la Fase Campeonato y condenado a la Complementaria, como finalmente ocurrió, una fecha antes de la finalización de la ronda de grupos.
Sin embargo el equipo rosarino careció de rebeldía, se resignó demasiado rápido a su suerte, pese a contar con nombres experimentados como los de Maximiliano Rodríguez, Pablo Pérez o Ignacio Scocco, que también se fue muy temprano a las duchas por una lesión en el primer tiempo.
Ese período inicial en el que la expulsión del lateral derecho Ángelo Gabrielli antes de los 40 minutos cerró prematuramente cualquier atisbo de recuperación que siquiera hubiera imaginado el visitante.
Y pudo aumentar Boca inclusive apenas reanudado el partido en el complemento, cuando a los cinco minutos una mano innecesaria e imprudente cometida por el volante Aníbal Moreno derivó en un tiro penal que Ramón Ábila lanzó a la tribuna vacía.
Los 40 minutos restantes estuvieron definitivamente de más, porque Boca manejó el desarrollo a placer, muchos de sus integrantes, especialmente Mauro Zárate, buscaron su gol para poder “volver a ser”, pero el joven arquero visitante se lo impidió.Y el final fue a pura emoción, como todo lo que rodeó al partido, con los jugadores de Boca aplaudiendo a Dalma Maradona al pie del palco del “Diez” en una Bombonera desierta, y el agradecimiento bañado en llanto de su hija, para que el domingo terminara sin alegrías, pese al triunfo boquense, sino cubierta de emoción.