Aunque por su popularidad actual parecería irreal, la infancia de Barby Franco transcurrió en la Villa 21-24 y hay poco material revelado sobre dicha época. Pero lejos de renegar de su pasado, además de hoy estar en una posición económica totalmente privilegiada, la modelo se animó a compartir en las redes imágenes de lo que solía ser su vida cotidiana.
A partir de una consigna que se hizo viral en Instagram y que la mayoría de los famosos acataron, -se llamó “Una foto de” y consistía en subir una foto de lo que sea que pidan los seguidores-, Barby se sumó al desafío, y un seguidor le dijo que suba una foto de sus días en el barrio popular, ubicado en los barrios porteños de Barracas y Nueva Pompeya.
“Me pide mucha gente foto de mi barrio. ¿Qué onda nunca fueron a una villa? Voy a buscar y les paso un par”, adelantó Franco en sus historias de Instagram antes de compartir las imágenes que la llenaron de emoción. “Acá esperando el bondi, con mi padre, que llevaba el termo del mate y yo toda diosa”, relató sobre una de las fotografías donde de chiquita ya se la ve muy producida en la parada del colectivo.
Otro emotivo recuerdo, según ella, eran los asados “que eran un viernes al mes, el día cuando se podía comer asado. Nos juntábamos todos con mi padrino, yo tenía 5, 6 años. Me re acuerdo de esas épocas”. Si bien las imágenes fueron totalmente nuevas, hace un tiempo Barby Franco contó detalles de lo que fue su infancia.
“Nací en la villa 21 y viví ahí hasta los 6 años. En la casa donde nací, cuando llovía, poníamos baldes porque caía agua del techo. Pero cuando nos mudamos de esa casa, sufrí. Porque en esa casa yo escribía unas cartas pidiendo deseos, les dibujaba estrellitas y una luna, y las tiraba al universo desde arriba del techo de chapa. Yo amaba el ruido de la lluvia al caer en la chapa. Yo me tiraba en la cama, que después supe que eso no era una cama sino un colchón con frazadas, pero yo me tiraba ahí y escuchaba el ruido de la lluvia en la chapa. Eso era lo mejor que me podía pasar”.