Con 131 votos a favor, la Cámara de Diputados le dio media sanción esta madrugada al proyecto de ley de legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que impulsó el Gobierno.
Encendidos discursos se escucharon durante la extensa jornada de más de 20 horas que comenzó a las 11:12 del jueves, con posturas que sonaban irreconciliables y con cada vez menos indecisos entre los legisladores.
Miles de personas se habían concentrado a las puertas del Congreso, con “verdes” y “celestes” distanciados por unos cien metros y con un fuerte operativo de seguridad de por medio. Allí, ante pantallas gigantes, siguieron una sesión histórica.
Ya desde la tarde del jueves, el bloque del Frente de Todos era optimista y contaba exactamente con los votos que terminó consiguiendo: 131. Así lo había anticipado la diputada oficialista Cristina Álvarez Rodríguez.
Entre los “celestes” obviaban hacer números y apelaban a la “reflexión” para debatir cuándo empieza la vida humana. “Ese es el divorcio en el debate público y ante eso no puedo ser neutro”, dijo el santafesino Luis Contigiani, del Frente Progresista al defender su voto negativo.
Antes, su comprovinciana de la UCR Ximena García había dicho que esta ley no induce conductas sino que habilita libertades. Y más temprano Mabel Caparrós, del Frente de Todos, dijo que nadie estaba a favor del aborto, sino de no dejar morir a las mujeres.
“El aborto existe. Desde antes, desde mucho antes, existe. Las mujeres abortan en la oscuridad, en la soledad, en el silencio, con riesgo de muerte y de dejar otros hijos sin madre. De esto estamos hablando”, dijo Caparrós.
En principio, el debate llegaría a Senadores el 29 de diciembre, en la última sesión ordinaria del 2020. Pero el oficialismo quiere asegurarse alcanzar los votos a favor -aún están dos por debajo-. De no llegar, se aplazaría el tratamiento hasta febrero.
Enojo y contrapuntos
Entre los celestes hubo mucho enojo con el ministro de Salud, Ginés González García, porque cuando expuso en las comisiones se negó a hablar de cuándo comenzaba la vida y aseguró que lo que hay en un embarazo hasta la semana 14 es un “fenómeno”, no una persona.
Ese punto y el renovado plateo por la aplicación de la Educación Sexual Integral (ESI) como método para “evitar” los abortos fueron las principales alternativas propuestas por los “celestes” para que no se le de media sanción a la iniciativa.
También entre los celestes hubo planteos acerca de que “no es el momento” para debatir este proyecto, dado que la Argentina tiene “otras urgencias” agravadas por la pandemia de Covid-19, tal lo planteó José Núñez, del PRO.
“No se podía haber elegido un peor momento para tratar esta ley. La pandemia que azota al mundo y que en la Argentina ha provocado 40.000 muertes ha tenido desastrosa gestión”, recriminó el cordobés Diego Mestre, de la UCR.
A poco de comenzar el debate, José Luis Ramón, mendocino y jefe del bloque Unidad y Equidad Federal, había reafirmado su voto negativo sobre el proyecto y señaló que el Congreso tendría que haber llamado a una consulta popular para saber qué opina la sociedad.
La respuesta “verde” fue que en 2018, cuando hubo media sanción de Diputados a un proyecto similar, existían los mismos argumentos y tras la caída en el Senado, estos espacios se ocuparon de impedir el avance de la ESI en las provincias.
Cruce en la bancada
El radical mendocino Luis Petri planteó que la iniciativa es inconstitucional porque va –según dijo- a contramano de las obligaciones que internacionalmente firmó la Argentina, como el Pacto de San José de Costa Rica.
Muy distinto opinó su compañera de interbloque de Juntos por el Cambio, la también mendocina Claudia Najul, quien dijo que legalizar la interrupción voluntaria del embarazo no fomenta abortos, no impone conductas ni censura convicciones.
“Esta ley impedirá muertes evitables y termina con el negocio de quienes lucran con la necesidad y el dolor de los más vulnerables”, afirmó le legisladora mendocina al ratificar su apoyo al proyecto impulsado por el Gobierno.
Para Carmen Polledo, del PRO y vicepresidenta de la comisión de Acción Social y Salud Pública, el proyecto de legalización del aborto busca la “eliminación de un ser que se está gestando en el vientre materno”.
Unos 167 legisladores se anotaron para expresar su opinión sobre la iniciativa. Luego sería el turno el proyecto del Plan de los Mil Días, que busca un acompañamiento del Estado para las mujeres que deciden llevar adelante su embarazo.
Cecilia Moreau, vicepresidenta del bloque del Frente de Todos, se había mostrado optimista sobre el resultado de votación. Señaló que tenía “la convicción de que va a haber media sanción” al proyecto. Horas antes, algunos de los “indefinidos” le habían confiado el voto.
El Gobierno quiso mostrar presencia. Tras el inicio del debate, aparecieron en la Cámara González García y la ministra de Mujeres, Diversidad y Género, Elizabeth Gómez Alcorta; y la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.