Greg Vella se encontraba pescando atún en Japón, a bordo de su embarcación, cuando escuchó que varios colegas habían divisado un tiburón con una tortuga marina entre sus fauces. ''La gente comenzó a bromear al respecto, así que no le presté más atención'' había expresado el hombre. Lo que nunca imaginó, es que iba a dar con el enorme escualo.
En sus redes quedó atrapado la especie mas voraz y peligrosa de entre los tiburones, uno blanco. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue lo que llevaba en la boca. Precisamente, se trataba de una tortuga marina.
Al no poder quitar de sus fauces a la presa, esto le impidió poder continuar con el ciclo de respiración mediante las branquias (debido a que no tiene opérculos para regular el paso del agua, razón por la cual se dice que el tiburón no puede dejar de nadar). Tras intentar digerir a su presa, el espécimen murió ahogado en el intento.
Greg tomó fotos del ejemplar sustraido del agua y las compartió en su Facebook, no pudiendo creer su reciente hallazgo. Las imágenes se hicieron virales en todo el mundo.