El silencio de los cinco mandatarios oficialistas resultó al final del día la reacción más sonora ante el anuncio de las medidas con las que el Gobierno nacional pretende atenuar la escalada inflacionaria y reactivar el consumo hacia las elecciones de octubre en las que Mauricio Macri buscará su reelección.
El único en hacerse eco del pedido de acompañamiento que lanzó por igual a los gobernadores oficialistas y opositores el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, durante la conferencia de prensa en Olivos, fue el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta: anunció la suspensión del aumento de la tarifa del subte que estaba programada para mayo.
“Hemos decidido suspender el aumento en el subte previsto para el 2 de mayo, que llevaba la tarifa de 19 a 21 pesos, en sintonía con los anuncios realizados por el Gobierno nacional”, anunció el mandatario porteño. Sucedió apenas horas después de que Dujovne invitó a los mandatarios distritales a que “acompañen en este esfuerzo” y que congelen las tarifas de la distribución eléctrica en sus provincias.
En ese sentido, junto a sus pares Dante Sica y Carolina Stanley, Dujovne pidió: "Traten de mantener las tarifas de la electricidad en los valores que tenían anteriormente para que también haya un cuidado a los bolsillos de los argentinos".
No hubo, en cambio, decisión administrativa similar ni declaración pública alguna de los otros cuatro oficialistas: la bonaerense PRO, María Eugenia Vidal; y los radicales mendocino, Alfredo Cornejo, titular de la UCR; jujeño, Gerardo Morales, y correntino, Gustavo Valdés. Sería una muestra más, al menos en el caso de los radicales, de su malestar por no haber sido enterados con anticipación de las medidas que se anunciarían, cuando ellos estuvieron entre los más fuertes animadores de las mismas frente al panorama de caída popular del Gobierno ante la inflación.
El único radical que se hizo escuchar fue Ricardo Alfonsín. Crítico, tuiteó: "Si al inicio hubieran advertido que el esfuerzo, además de compartido, debe ser equitativo, y que para ello hace falta política además de mercado, estas medidas serían innecesarias, y muchas penas se habrían evitado".
Curiosamente, el único gobernador que salió a respaldar en un todo las medidas, fue el peronista de Chaco, Domingo Peppo. "Son la respuesta que esperábamos para atender la crisis, comenzar a atacar la inflación y reactivar la economía", dijo a periodistas .En particular valoró el congelamiento de las tarifas de servicios públicos.
Pero desde el conjunto del peronismo, las críticas fueron el denominador común. El jefe del Frente Renovador y precandidato presidencial por Alternativa Federal, Sergio Massa, dijo que las medidas son un "parche" y que "el Gobierno ya fracasó", por lo que llamó a cambiar la política económica con un nuevo gobierno: "Vamos a poner de pie a la Argentina para defender a la gente y al trabajo". Silencio, en cambio, mantuvo su competidor interno, el salteño Juan Urtubey.
El Partido Justicialista, tanto nacional como bonaerense, se pronunció en términos casi coincidentes a través de comunicados. "Tenemos un gobierno sin credibilidad y un presidente mentiroso, por eso cualquier intento que hagan para ganar aire para llegar a octubre será sólo un manotazo de ahogado", sostuvo el PJ nacional con la firma de su titular, José Luis Gioja.
La ex presidenta y senadora Cristina Fernández optó por el silencio. Una fuente cercana a ella dijo a este diario que su posición sobre el gobierno de Macri es la misma que anticipo en su discurso de despedida el 9 de diciembre de 2015: "No se trata de errores sino de una política premeditada y con estas consecuencias económicas y sociales previsibles".
Por la Corresponsalía de Buenos Aires.