Tiene 22 años, pero sus modos y su apariencia ponen en duda esa cifra. Fanático del Barcelona, el español Albert Baró aún no sabe si inclinarse por River o si convertirse en hincha de Boca, el club del cual es hincha Nerina, su novia argentina.
Baró debutó a los 12 en "El corazón de la ciudad", pero el reconocimiento público llegó con su papel de Joan Capdevila en Merlí, la serie sobre un particular profesor de Filosofía y su relación con los alumnos. Al verlo allí, Adrián Suar lo eligió para compartir protagónico con Benjamín Vicuña, Gonzalo Heredia y Eugenia "China" Suárez en "Argentina, tierra de amor y Venganza" (El Trece).
"Todo fue intenso desde el comienzo y con ella se me hizo fácil la adaptación", dice sobre Nerina. "Llegué el 26 de diciembre y el 2 ya empezaba el rodaje. Bajé del avión, pasé por casa, dejé las maletas y me llevaron a Pol-ka para reuniones, prueba de vestuario, peluquería. Esos primeros días fueron tremendos", recuerda en una entrevista exclusiva que brindó a Clarín.
Al ser consultado sobre cómo lo afecta la distancía, aclaró que desde chico tuvo que viajar desde su pueblo -San Esteban de Palautordera- a Barcelona para grabar. "En estos últimos años, con Merlí, me puse a vivir en Barcelona directamente y algunos fines de semana aprovechaba y me iba a ver a la familia, pero no era cosa de todos los días. Ya me acostumbré a separarnos. Igualmente nunca estuve con tanta lejanía física como ahora", asegura.
Pero la tecnología es una gran aliada, incluso para su abuela de 91 años. María es su fan más fiel: "Es increíble, siempre está ahí. Merlí la vio en el televisor, luego me vio en la diaria Servir y proteger y se enganchó tanto que todavía la sigue, aunque yo ya no esté en la pantalla. Y cuando le conté que me venía para otra tira diaria dijo 'Pues, bueno, veré cómo hacer para seguirla, porque no me la pienso perder'. Entonces le ponen un ordenador y la ve a través de Internet. Y a veces hace encuentros con mis padres, que viven al lado, y todos se ponen a ver lo que estoy haciendo ahora. Y eso, a mí, me hace sentir muy conectado y acompañado", cuenta.
En relación a su nuevo presente laboral, Albert reconoce que en Madrid se trabaja distinto, ya que los planes de rodaje le llegaban con una semana de anticipación, y en Argentina es todo "más ajustado". Sin embargo, pudo hablarlo con la producción. "Me escucharon y ahora, cuando está al alcance, me van mandando pre planes. Los viernes suelo recibir las secuencias de lunes y martes y eso me permite relajarme un poco más", explica.
Con novia argentina, Baró ya había vivido la experiencia de tomar mate, pero cuenta que viviendo acá aprendió "esto del ritual, de la ronda, de lo que significa tomar mate en grupo. Y me encantan los amargos. Tengo bombilla, yerba, pero todavía no me compré el mate. Por ahora me arreglo con un vaso".