Hace dos años y cinco meses, con Patricia Bullrich a la cabeza, el Gobierno presentó en el Congreso el Régimen Especial Penal para Espectáculos Futbolísticos, destinado a combatir las actividades ilegales de los barrabravas y la violencia en los estadios. El Senado nunca lo debatió.
Hace cuatro meses, tras el escándalo por la final River-Boca de la Copa Libertadores que terminó jugándose en Madrid, el Ejecutivo mandó de nuevo la iniciativa, esta vez a la Cámara Baja. Desde entonces, los diputados la discuten pero no se ponen de acuerdo en la redacción.
El diputado Fernando Iglesias acusó a la oposición de no querer acordar una ley para combatir la delincuencia en el fútbol. "Si quieren, hagamos un campeonato interno de fútbol entre los bloques a ver si perdemos cuatro meses más", lanzó este jueves, en una nueva reunión de comisiones sin avances.
Los opositores, en cambio, señalan el Ejecutivo mandó una ley inconsistente y llena de ambigüedades peligrosas, y que por eso, pese a que en diciembre fue aprobada por unanimidad (201 votos a 0), fue devuelta a comisiones.
El kirchnerista Daniel Scioli, por ejemplo, cuestionó que "quien revolea una botella y hace que se suspenda el partido pueda tener una pena de ocho años, lo mismo que un homicidio".
Además, criticó la penalización de avalanchas porque a su criterio “es dificultoso identificar a los individuos que la producen” y porque “la misma pasión del fútbol genera esos movimientos en la tribuna”.
Además de las avalanchas, los puntos que causan conflicto sobre el contenido del proyecto son la penalización de la tenencia de entradas falsas y la reventa, la portación de armas y la incompatibilidad de los dirigentes de fútbol para ejercer la función pública, entre otros.
Tras la bochornosa reunión del plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Deportes del martes pasado, cuando algunos diputados se trataron de "forra", "tonta" y cerebro de mono", hoy era el día acordado para la firma de dictámenes. Pero por estas diferencias, y el malestar de la oposición con las "provocaciones" del diputado Iglesias, el debate volvió a posponerse. Hasta nuevo aviso.
Consecuencias
Hace dos semanas el oficialismo y los principales bloques de la oposición (el FPV, el PJ y el FR) acordaron en el despacho del presidente de la Cámara, Emilio Monzó, un plan de trabajo: darle media sanción al proyecto de ley en el recinto el miércoles de la semana que viene y hacer una sesión ordinaria por mes, con un temario previamente consensuado.
Barras era el gran tema para el miércoles próximo. Pero como no no hubo dictamen, tampoco habrá sesión. Iba a ser la primera del año, tras la apertura del período ordinario encabezada por el presidente Mauricio Macri, el 1° de marzo. Ahora habrá que esperar hasta abril.
Este nuevo fracaso de Diputados se suma al del Senado, que sí sesionó el miércoles de esta semana pero no logró aprobar el principal asunto del orden del día, la ley que permite que las empresas privadas puedan financiar las campañas electorales de los partidos; también, por diferencias sobre el contenido de la iniciativa, principalmente entre Cambiemos y el PJ.
Al igual que Barras, esta ley también lleva al menos cuatro meses de demora en el debate parlamentario y tampoco está garantizado que vaya a aprobarse la semana próxima.
En un año de crisis económica y elecciones presidenciales, con el peronismo dividido y sin un líder, y con el oficialismo siendo minoría en ambas cámaras y con sus principales espadas legislativas desconectados del Poder Ejecutivo, el Congreso no logra salir de la ciénaga.
Invitados
Para intentar por enésima vez salvar la ley antibarras, por iniciativa de la radical Gabriela Burgos, presidenta de la comisión de Legislación Penal, se acordó abrir una ronda de invitaciones, para enriquecer el proyecto.
Burgos indicó que al plenario se invitará a exponer a los presidentes de la Asociación del Fútbol Argentina (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia; de la Superliga Argentina, Mariano Elizondo; de Futbolistas Argentinos Agremiados, Sergio Marchi; y de la Asociación Argentina de Árbitros, Federico Beligoy.
Además, concurrirán funcionarios del Ministerio de Seguridad y cada bloque podrá proponer como invitados hasta dos directivos de clubes o referentes del mundo futbolístico. Por ejemplo, el presidente de River, Jorge D'Onofrio, y el de Boca, Daniel Angelici.
Para estas reuniones informativas tampoco hay fecha.