La historia se dio en En Estados Unidos, cuando un hombre comenzó a preocuparse porque no encontraba a sus mascotas: una tortuga y un perro. Los habían visto por última vez hacía varias horas, y la ausencia ya era muy extraña.
Fue entonces cuando notó unos extraños sonidos en el patio de su casa y cuando salió a ver de qué se trataba encontró a los dos animales atascados dentro de un agujero en la tierra que la tortuga utilizaba habitualmente para pasar el invierno.
El hombre intentó sacar a sus mascotas del pozo pero no pudo, por lo que decidió llamar al 911. Cuando los rescatistas llegaron notaron que el cuerpo grande y pesado de la tortuga (de más de 30 kilos) estaba trabando al perro, que por mucho que ladraba y lloraba, no podía salir.
Entonces los especialistas utilizaron un poco de lechuga para atraer a la tortuga, que finalmente avanzó hacia la comida y liberó la entrada del hueco, permitiendo que el perro también recuperara la libertad.