El presidente Nicolás Maduro recibió hoy un apoyo internacional clave cuando su par ruso, Vladimir Putin, denunció una "destructiva injerencia exterior" en Venezuela y alimentó aún más la tensión entre Caracas y Washington.
"El presidente ruso expresó su respaldo al gobierno legítimo de Venezuela en el marco del agravamiento de la crisis política provocada desde el exterior" y denunció que "la destructiva injerencia exterior pisotea burdamente las normas universalmente aceptadas del derecho internacional", según un comunicado del Kremlin, citado por la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
En tanto, China, un importante socio comercial de Venezuela, asumió una posición más moderada y sólo deslizó, como expresión de apoyo a Maduro, que el gobierno de Xi Jiping envió representantes a su asunción hace dos semanas.
"China apoya los esfuerzos del gobierno de Venezuela para mantener su soberanía, independencia y estabilidad", aseguró en conferencia de prensa la vocera de la Cancillería china, Hua Chunying.
Como pidieron ayer los gobiernos de México y Uruguay, el chino llamó a que se abra un diálogo en Venezuela, una propuesta que Maduro retomó solo horas después en un discurso en la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, había ratificado que su país mantendrá el personal diplomático en Venezuela y argumentó: "El régimen del antiguo presidente Maduro es ilegítimo, todas sus declaraciones son ilegítimas".
Pompeo anunció en un discurso en la Organización de los Estados Americanos (OEA) que "Estados Unidos está listo para brindar más de 20 millones de dólares en asistencia humanitaria al pueblo de Venezuela".
Además, Argentina y 15 países miembros de la OEA llamaron a las fuerzas de seguridad de ese país latinoamericano a garantizar "la seguridad y la integridad personal de Juan Guaidó", según la agencia de noticias EFE.
Venezuela le puso tres días de plazo a los diplomáticos norteamericanos para que abandonen el país.