El delegado del Colegio de Minas en Málaga, Juan López Escobar, ha asegurado que el túnel vertical paralelo al pozo de más de 100 metros de profundidad, en el que cayó el pequeño Yulen de dos años, en la localidad malagueña de Totalán, es el que "parece que tiene más posibilidades", tras dificultades surgidas en la galería horizontal; y que una actuación así en condiciones normales llevaría días.
Los profesionales que participan en las soluciones técnicas del rescate, cuyo diseño coordina el Colegio de Ingenieros de Caminos y Minas, plantearon dos galerías o túneles para acceder al pozo. Uno horizontal con una inclinación de 15 grados
Paralelamente, se ha trabajado en un túnel vertical para el que, según ha dicho este experto, esta noche se han estado haciendo "30 metros de desmonte" para la plataforma desde la que se tunelará para que "la maquina perforadora entre 50 metros de profundidad". "Se está haciendo un acercamiento ya", ha apuntado, indicando en los últimos metros "es donde actúa la patrulla minera, que por medios manuales se acerca al niño y facilita su rescate".
Aunque ha señalado en declaraciones a los periodistas que "hablar de tiempos es una temeridad", ha apuntado que "una actuación de estas en condiciones normales menos de dos, tres o cuatro días es imposible en la situación que estamos". "Dos, tres días es difícil adelantarlo", ha apostillado.
López Escobar ha insistido en que "lo importante es llegar al sitio, ya sea por el horizontal o vertical" y ha manifestado que "todos deseamos que sea rápido por la salud del niño", aunque ha reconocido la dificultad de las tareas que se están desarrollando.
De hecho, ha dicho que este tipo de trabajo si no se tratara de una emergencia tardaría "posiblemente más de un mes", ya que se harían sondeos para analizar las capas, estudiar el terreno. "Aquí lo que se está haciendo es trabajar con la máxima urgencia", ha dicho el experto, apuntando que no es improvisación "sino es emergencia, hay que hacer una urgente actuación".
Los técnicos también descartaron continuar la succión del material sólido del interior de la prospección. Trabajan con la hipótesis de que Yulen se encuentra a unos 80 metros de profundidad, debajo del tapón de tierra localizado por las cámaras térmicas que inspeccionaron el pozo.
Por eso, para avanzar con el nuevo plan, los operarios construyen una plataforma a unos 30 metros de profundidad en la que podrán estabilizar la perforadora que realizará el túnel vertical, ya que la máquina alcanza una profundidad de 50 metros.
La orografía del terreno, su composición, y las dificultades para llevar la maquinaria hasta el lugar donde está ubicado el pozo en el que cayó Yulen, están dificultado enormemente los trabajos de rescate, admiten los expertos.
El niño se precipitó mientras jugaba con otro niño a la vista de sus padres, que preparaban una paella en el lugar, una finca situada en un monte.
Los rescatistas no tienen ningún dato respecto a su estado de salud, aunque creen que existe la posibilidad de que debajo del tapón de tierra hallado en el túnel se haya creado una"bolsa de aire" que permita al niño respirar.
Un tapón de piedras y tierra a unos 70 metros de profundidad en el pozo abandonado impide a los rescatistas, entre ellos bomberos, ingenieros y empresarios expertos en excavación, llegar al niño, del que se sospecha se encuentra atrapado bajo ese obstáculo.
No se tienen señales de que el niño sigue con vida. Los equipos de rescate encontraron el día 16 pelo del pequeño dentro del pozo, lo que brindó esperanzas de que se esté cerca de hallarlo.
La familia se aferra a la esperanza de que el niño se encuentre con vida, aunque la operación de búsqueda continúa cada vez con menos confianza.
"Se encontró un poco de pelo en el túnel y las pruebas de ADN que se realizaron por parte de la Guardia Civil certifican que es del niño. Nos da cierta certeza de que el niño está ahí, en ese pozo", explicó el delegado del gobierno español en Andalucía, Alfonso Rodriguez Gómez de Celis.
Las autoridades españolas han recibido ofertas de decenas de empresas internacionales para colaborar en la búsqueda, en la que coopera la firma sueca de geolocalización Stockholm Precision Tools AB, que participó en el rescate de los 33 mineros atrapados por 69 días en el norte de Chile en 2010.
La desesperada operación recordó otros dos casos similares anteriores: el de Alfredo Rampi, un niño italiano de seis años que fue hallado muerto tras caer en un pozo cerca de Roma en 1981, o el de Jessica McClure, una bebé de 18 meses rescatada viva en octubre de 1987 tras 57 horas en el fondo de un pozo en Texas.