El Gobierno nacional oficializó este martes la suba del mínimo no imponible para los aportes patronales hasta los 17.509,20 pesos, lo que se configura una disminución de la presión tributaria para las empresas.
No obstante, como el esquema es progresivo y se llegará a ese piso pleno recién en 2022, a partir de enero de 2019 las contribuciones patronales con destino a la Seguridad Social se pagarán sobre los sueldos a partir de 7.003,68 pesos.
Las empresas venían pagando contribuciones sobre salarios mayores a 2.400 pesos de piso en 2018 y 4.800 pesos en 2019, pero con ajuste por inflación, por lo que se llega a 7.003,68 pesos, lo que equivale al 40% del mínimo no imponible. Y así el piso irá subiendo hasta 2022.
En paralelo, se va reduciendo gradualmente el porcentaje de las contribuciones patronales abonadas que se puede computar como pago a cuenta del IVA.
El cronograma establecido por el ministerio de Hacienda indica que el mínimo volverá a aumentar en 2020 al 60%, en 2021 al 80% y en 2022 al 100%, por lo que a partir de entonces no se abonarán contribuciones patronales para sueldos inferiores a 17.509,20 pesos.
La medida le sirve a todas las compañías, pero será como una bocanada de oxígeno para las empresas de los sectores más afectados por la recesión económica, en medio de un proceso inflacionario.
Por otro lado, esta decisión genera incertidumbre a partir de que bajan los recursos que van a financiar el sistema jubilatorio, que ya está complicado porque sólo hay 1,7 activos por jubilados cuando esa ecuación debería ser de 3,5 a 1 para ser sustentable.
La baja de la presión impositiva para las empresas fue oficializada a través de la Resolución 3/2018 de la secretaría de Seguridad Social, en el ámbito del ministerio de Desarrollo Social y Salud, que conduce Carolina Stanley.
Esta decisión se desprende de la Reforma Tributaria impulsada por la administración Cambiemos y sancionada como ley N° 27.430 por el Congreso el 27 de diciembre de 2017, tras un amplio acuerdo político.
Esa ley estableció la aplicación gradual de un monto mínimo no imponible de $12.000 actualizable desde enero de 2019, sobre la base de las variaciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC) suministrado por el Indec.
Ese mínimo es tenido en cuenta en concepto de remuneración bruta que los empleadores detraen mensualmente por cada uno de los trabajadores de la base imponible de las contribuciones patronales.
La secretaría de Seguridad Social estableció así que el nuevo piso no imponible será de 17.509,20 pesos a partir del 1° de enero de 2019.
Las contribuciones que pagan las empresas y el sector público sobre los salarios de los trabajadores van a financiar el Sistema Único de Seguridad Social.
Eso contempla el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, el Fondo Nacional de Empleo, el Sistema Integrado Previsional Argentino y el Régimen de Asignaciones Familiares.
La Reforma tributaria había unificado las contribuciones a cargo del empleador en 19,5% sobre la nómina salarial con destino a los subsistemas del Sistema Único de Seguridad Social, aunque en forma gradual alcanzando la aplicación plena recién en 2022.
Actualmente, las alícuotas aplicables son 17% para las pymes y 21% para las empresas grandes, más otro grupo de compañías que tiene diversos beneficios especiales.
Por la Corresponsalía Buenos Aires.