Un nuevo hallazgo arqueológico en Egipto, sorprendió al mundo: un grupo de investigadores descubrió una tumba con más de 4400 años de antigüedad, que pertenecía a un sacerdote, alto funcionario del faraón Nefer-Ir-Ka-Re, de la quinta dinastía de monarcas que gobernaron durante esos años. Según publicó Clarín, fue encontrada al oeste de la ciudad de El Cairo, tiene 10 metros de profundidad, tres de ancho y, a pesar del paso del tiempo, se encuentra en buen estado de conservación.
El reciente hallazgo está ubicado a los pies de las pirámides de Saqqara, de las más antiguas del mundo, situadas en la ribera occidental del Nilo. En 1979, ese sector, junto a los campos de pirámides integrados por Guiza, Abusir y Dahshur, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, bajo el nombre "Menfis y su necrópolis - Zonas de las pirámides desde Guiza hasta Dahshur".
Por su parte, el ministro de Antigüedades Khaled al-Anani, detalló ante la prensa que a lo largo de todas las paredes se pueden ver con claridad los gráficos que muestran al sacerdote junto a su familia, así como un total de 45 estatuas talladas en piedra.
El difícil contexto político y social que atravesó el país africano, desde el levantamiento de 2011 que produjo el derrocamiento del dictador Hosni Mubarak, generó una baja en el sector turístico. Por esa razón, en los últimos años se intentó promocionar los nuevos descubrimientos arqueológicos, con la intención de tentar a los viajeros.