El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció este lunes que subirá en cien euros el salario mínimo y que bajará impuestos a los pensionistas y a los trabajadores, en un discurso en el que trató de responder a las demandas del movimiento de los "chalecos amarillos".
En un mensaje a la nación, Macron declaró "una emergencia económica y social" tras un mes de protestas, que se iniciaron en el interior del país y se extendieron a París con violentos desmanes que han asustado a turistas e inversores.
El mandatario reconoció que sus palabras "han herido a algunos" en el pasado y consideró justificado el descontento que ha provocado las protestas. Sin embargo, calificó de "inaceptable" la violencia que hubo durante las movilizaciones.
Las reformas serán presentadas este martes por el primer ministro al Parlamento.