El humorista gráfico Felipe Miguel Ángel Dobal, más conocido por su apellido, falleció el viernes por la noche a los 94 años en su histórica casa-taller de Temperley.
Durante 45 años dibujó en Clarín. Primero con su clásico "Recuadros de actualidad" y más tarde con "De la crónica diaria".
Dobal fue pionero del humor en diarios y publicó por primera vez el 14 de abril de 1958 en la tapa de la por entonces Segunda Sección. Sus dibujos no faltaron un sólo día durante las siguientes cuatro décadas y media. El sábado 6 de septiembre de 2003 se despidió con el dibujo de una lágrima. "Lectores, esto refleja el estado emocional; sólo una lágrima deja quien hoy se aleja", escribió en su espacio en la contratapa del diario.
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En 2013 obtuvo el reconocimiento de Personalidad Destacada de la Cultura por la Ciudad de Buenos Aires. Tenía ocho hijos, 18 nietos y ocho bisnietos, una familia que fue creciendo a la par de su carrera.
"Se aprende copiando. Se lo he dicho a todos los chicos que me han venido a consultar en mi vida, que han sido centenares. Siempre les he dicho: no te preocupes si copiás. Ya vas a soltar todo. En la vida se aprende copiando, y ojalá copiemos de lo bueno", contó en una entrevista a Clarín.
A los 16 años ya hacía chistes deportivos y reconstrucción de hechos policiales para "El Atlántico", un diario de Bahía Blanca. A los 22 comenzó en la revista "Don Fulgencio", que dirigía Lino Palacio. Además, durante 27 años publicó "El detalle que faltaba" en el diario La Razón, en el cual también salía otra de sus creaciones: "Dramas Clasificados".
Dobal aseguraba que promediando el segundo año de trabajo, allá por finales de los 50, lo llamaron del diario El Mundo para que comenzara a dibujar allí. "Pero yo dije que no. Y cuando se enteró el doctor Roberto Noble, fundador de Clarín, me agradeció por la decisión que había tomado al quedarme", recordó el artista.